Jazztel, la pesadilla de muchos internautas
No hay que negar que Jazztel ha sido de las pioneras en implantar en nuestro país accesos de 20 megas, y probablemente lo vuelva a ser tras apoyar la idea de compartir accesos inalámbricos. Sin embargo, como socio de Internautas estoy enterado de los múltiples problemas que da, y me preocupa que siga con ese desprecio hacia sus clientes, típico de cualquier telco de este país. Desprecio consistente en no dar el servicio prometido o no dar una mínima calidad de servicio, o no dejar al consumidor el derecho a no pagar por algo que no recibe (haciendo de las bajas una tarea casi imposible o recurriendo a las tan manidas listas de morosos).
Pero, por suerte, tenemos a Reclameitor. El personaje que nació en este blog ha saltado a Pixel y Dixel donde nos dan consejos para defendernos de la poderosa compañía. Creo que es un buen sitio donde informarse sobre las acciones a realizar, a las que añadir, por supuesto, la notificación de las incidencias en la Asociación de Internautas.
De todas formas, mi espíritu reclameitor recomendaría, en caso de estar afectado por estos problemas, a no recurrir en casi ningún caso a los servicios técnicos telefónicos o por correo-e, y usar directamente las reclamaciones por escrito. Empezando con las cartas certificadas y llegando, si fuera preciso, a los burofaxes. También recomiendo abrir reclamaciones en usuarios-teleco (puede hacerse mediante certificado digital FNMT, con la misma validez que una carta manuscrita firmada) y en la agencia de protección de datos.
De todas formas, el mundo de las reclamaciones por escrito tiene sus inconvenientes: tardan meses en resolverlas y mientras, seguramente seguirán cobrándonos las cuotas. Pero la paciencia y el buen hacer, tienen premio.
Reproducido de DrAmors Blog
De todas formas, mi espíritu reclameitor recomendaría, en caso de estar afectado por estos problemas, a no recurrir en casi ningún caso a los servicios técnicos telefónicos o por correo-e, y usar directamente las reclamaciones por escrito. Empezando con las cartas certificadas y llegando, si fuera preciso, a los burofaxes. También recomiendo abrir reclamaciones en usuarios-teleco (puede hacerse mediante certificado digital FNMT, con la misma validez que una carta manuscrita firmada) y en la agencia de protección de datos.
De todas formas, el mundo de las reclamaciones por escrito tiene sus inconvenientes: tardan meses en resolverlas y mientras, seguramente seguirán cobrándonos las cuotas. Pero la paciencia y el buen hacer, tienen premio.
Reproducido de DrAmors Blog