Como no podía ser de otra manera, ellos mismos nos ofrecen la solución ofreciéndonos un enlace para que nos descarguemos su "software salvador"y eliminemos estas amenazas de nuestro dispositivo.
Al hacer clic en este enlace pueden suceder dos escenarios.
Uno en el que instalamos y ejecutamos el programa este realiza una comprobación de seguridad falsa alertándonos de que, efectivamente, nuestro dispositivo está en riesgo y nos ofrece la solución siempre y cuando paguemos por otro producto falso.
De esta forma, tenemos un software que no nos protegerá en absoluto y además le hemos proporcionado a los ciberdelincuentes nuestros datos y los de nuestra tarjeta de crédito para que hagan con ellos lo que les venga en gana.
Y otro, en el cual el software que se descarga permite al creador infiltrarse en tu ordenador y/o bloquear su información personal. De esta forma, el estafador secuestra nuestro dispositivo y nos exige dinero si queremos recuperar los datos contenidos en el.
¿Cómo podemos protegernos?
El scareware la mayoría de las veces sigue un patrón común. De forma repentina, aparecen ventanas emergentes que nos indican que se ha encontrado en nuestro ordenador archivos peligrosos o pornografía y no cesan de aparecer hasta que el usuario hace clic en los botones que "eliminan todas las amenazas", o se nos pide que nos registremos para descargar un software antivirus.
En este momento, es cuando debemos tener la sangre fría y si el mensaje de antivirus no proviene de un programa que hayamos instalado, no debemos hacer clic en nada. La mejor opción es desconectarnos de Internet, apagar nuestro dispositivo y, nada más volverlo a encender, realizar un escaneo con nuestro antivirus.
Al igual que en la mayoría de riesgos en la Red, el sentido común es nuestra mejor arma contra esta estafa online.
Artículo de Julio San José en Derecho de la Red