La moda consiste en algo tan sencillo como esto : se aprovecha el muy garantista derecho español en materia de atentados contra el honor y rectificación, donde los periodistas, o los ciudadanos-periodistas, deben publicar una rectificación aunque el rectificador esté mintiendo como un bellaco. Pero, como en la Red queda todo, el personaje dañado en su honor exige la retirada de la información ¡de toda la red Internet! Naturalmente, si el Google de turno rebota una información, el autor de la misma podrá retirarla de su página, pero no de Google, ni de cualquier otro buscador, archivador o recopilador.
Internet asusta al poder porque no lo pueden controlar, mientras que el oligopolio de la prensa tradicional no sólo lo controlan, sino que forma parte de ese mismo poder, es el Sistema. Ahora bien, sería de agradecer que los jueces no pidieran imposibles y que la SGAE no forzara voluntades exigiendo lo que sabe imposible. Por ignorancia o por mala uva, ambos quieren ponerle puertas al campo de Internet: no lo van a conseguir, pero sí pueden conseguir destrozar, a costa de querellas, a organismos que defienden la libertad de expresión. Por ejemplo, a la Asociación de Internautas.
Reproducido de Hispanidad
Noticia relacionada: Tres encomiendas por el periodismo independiente para San Eulogio
Internet asusta al poder porque no lo pueden controlar, mientras que el oligopolio de la prensa tradicional no sólo lo controlan, sino que forma parte de ese mismo poder, es el Sistema. Ahora bien, sería de agradecer que los jueces no pidieran imposibles y que la SGAE no forzara voluntades exigiendo lo que sabe imposible. Por ignorancia o por mala uva, ambos quieren ponerle puertas al campo de Internet: no lo van a conseguir, pero sí pueden conseguir destrozar, a costa de querellas, a organismos que defienden la libertad de expresión. Por ejemplo, a la Asociación de Internautas.
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