Este canon, que el año que viene reportará a las entidades gestoras de derechos de autor más de 54 millones de Euros que saldrán de nuestros bolsillos, lo tendremos que pagar por grabar cualquier tipo de datos tales como hacer una copia de seguridad de nuestros datos, fotos del viaje de vacaciones, software libre y miles de otros usos que no devengan, ni pueden devengar, ningún derecho de autor.  Se da incluso la paradoja que además muchos de los CDs que editan las discográficas tienen un sistema anti-copia que no permite precisamente hacer una copia privada (y que para nada impiden la piratería).

No nos llevemos a engaño. No estamos hablando de piratería, ni por pagar este canon se legalizan copias piratas. Simplemente pagamos por que unas entidades privadas han decidido que debemos hacerlo.

Ante la arbitrariedad e injusticia de este canon, diferentes plataformas y asociaciones contra el canon han empezado ya a ejercitar las primeras acciones para denunciar esta barbaridad.

Lamentablemente, ni el Gobierno, ni la Oposición ni, por supuesto, las entidades gestoras de derechos de autor, nos están escuchando. Esperan que estas protestas sean una tormenta de verano y que pronto nos olvidemos de ello.

No. No nos olvidamos. Así que vamos a actuar a partir de ahora más contundentemente, elevando el nivel de las protestas, hasta que el canon sea eliminado. Y NO VAMOS A CEJAR EN NUESTRO EMPEÑO.