Megaupload: tres meses después… ¿qué?
Megaupload: tres meses después… ¿qué?
La evolución del caso Megaupload desde que el pasado veinte de enero, hace tres meses, se anunciase la rocambolesca operación policial internacional que cerró la página, encarceló a los principales directivos de la compañÃa e incautó los bienes de su fundador, empieza a dejar lugar a pocas dudas.
El blog de Enrique Dans"Desde el primer momento lo comentamos no se trata de defender a Megaupload. Ya habrá abogados para ello. Si han cometido delitos que deben ser llevados ante la justicia, que asà sea, dentro lógicamente de los lÃmites de las necesarias garantÃas judiciales que deben regir, aunque desgraciadamente no siempre rigen, en los estados democráticos. Pero a medida que pasa el tiempo, la “inequÃvoca imagen” de aquel “gordo delincuente que posaba con armas y coches de lujo” empieza a dejar ver una fotografÃa un poco diferente: la de una persona que, sin entrar en sus caracterÃsticas fÃsicas o en su gusto a la hora de escoger en qué gasta su dinero, ha sido vÃctima de una de las operaciones más mafiosas, alucinantes, ridÃculas e injustificadas que hemos podido ver a nivel mundial.
Una operación que empieza a dejar claro – ya empezaba a traslucirse al mes de la operación, cuando hicimos este mismo análisis – que ni las luces eran tan luces, ni las sombras eran tan sombras en este caso, y que en realidad todo indica cada vez más que la operación simplemente se hizo para frenar la ambición de una compañÃa que cada vez contaba con más simpatÃas entre los creadores, que estaba preparando el lanzamiento de un nuevo proyecto de desintermediación para trabajar directamente con ellos y proporcionarles mejores rendimientos económicos que el sistema establecido, que tenÃa bastante avanzado con la banca de inversión un plan para salir a bolsa con un importe de varios miles de millones, y a la que se acercaban incluso las propias discográficas para poder trabajar con ella. En el fondo, una operación mafiosa, un auténtico complot que una industria tradicional completamente inadaptada urdió con el Estado norteamericano saltándose todos los controles razonables para poder favorecer sus intereses económicos. Algo que cada vez sugiere más que lo que vimos fue un turbio acto de corrupción institucional.
Tres meses después. ¿a qué apuntan todas las evidencias? Por un lado, numerosos profesionales y estudiosos del derecho afirman que, simplemente, no hay caso, que el Estado lo va a tener muy difÃcil porque claramente se extralimitó en sus actuaciones, y que ha provocado un daño completamente injustificado a los usuarios legÃtimos del sistema. Que el cierre de Megaupload no ha provocado ningún tipo de beneficio para la industria: el tráfico, simplemente, se ha desplazado a otros sistemas. Pero no solo eso: además, Kim Dotcom está en libertad, le han sido devueltos parte de sus bienes injustamente confiscados, se apunta a que hubo graves irregularidades en su detención, sus argumentaciones suenan de lo más razonable, y sus intentos por contratar a buenos abogados y representantes legales en los Estados Unidos se están viendo dificultados por las acciones del gobierno, que pretende denegar su derecho a una defensa jurÃdica justa. Y finalmente, podrÃa incluso que el juicio ni la extradición siquiera llegasen a tener lugar: ni siquiera hay cargos suficientes como para poder pedir la extradición. La prueba definitiva de que todo el caso es una farsa.
Simplemente impresionante. Tres meses después, el caso Megaupload parece algo completamente distinto de lo que los medios contaban y de lo que algunos creÃan. A veces, las cosas no son lo que parecen. O peor: sà lo son.
Sobre Megaupload en: www.internautas.org
Una operación que empieza a dejar claro – ya empezaba a traslucirse al mes de la operación, cuando hicimos este mismo análisis – que ni las luces eran tan luces, ni las sombras eran tan sombras en este caso, y que en realidad todo indica cada vez más que la operación simplemente se hizo para frenar la ambición de una compañÃa que cada vez contaba con más simpatÃas entre los creadores, que estaba preparando el lanzamiento de un nuevo proyecto de desintermediación para trabajar directamente con ellos y proporcionarles mejores rendimientos económicos que el sistema establecido, que tenÃa bastante avanzado con la banca de inversión un plan para salir a bolsa con un importe de varios miles de millones, y a la que se acercaban incluso las propias discográficas para poder trabajar con ella. En el fondo, una operación mafiosa, un auténtico complot que una industria tradicional completamente inadaptada urdió con el Estado norteamericano saltándose todos los controles razonables para poder favorecer sus intereses económicos. Algo que cada vez sugiere más que lo que vimos fue un turbio acto de corrupción institucional.
Tres meses después. ¿a qué apuntan todas las evidencias? Por un lado, numerosos profesionales y estudiosos del derecho afirman que, simplemente, no hay caso, que el Estado lo va a tener muy difÃcil porque claramente se extralimitó en sus actuaciones, y que ha provocado un daño completamente injustificado a los usuarios legÃtimos del sistema. Que el cierre de Megaupload no ha provocado ningún tipo de beneficio para la industria: el tráfico, simplemente, se ha desplazado a otros sistemas. Pero no solo eso: además, Kim Dotcom está en libertad, le han sido devueltos parte de sus bienes injustamente confiscados, se apunta a que hubo graves irregularidades en su detención, sus argumentaciones suenan de lo más razonable, y sus intentos por contratar a buenos abogados y representantes legales en los Estados Unidos se están viendo dificultados por las acciones del gobierno, que pretende denegar su derecho a una defensa jurÃdica justa. Y finalmente, podrÃa incluso que el juicio ni la extradición siquiera llegasen a tener lugar: ni siquiera hay cargos suficientes como para poder pedir la extradición. La prueba definitiva de que todo el caso es una farsa.
Simplemente impresionante. Tres meses después, el caso Megaupload parece algo completamente distinto de lo que los medios contaban y de lo que algunos creÃan. A veces, las cosas no son lo que parecen. O peor: sà lo son.
Sobre Megaupload en: www.internautas.org
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