Sebastián cuenta sus planes por fracasos
Sebastián cuenta sus planes por fracasos
El ahorro y la eficiencia energéticos han quedado reducidos a otro plan en verano para la temperatura de los establecimientos públicos; en los almacenes se agolpan las bombillas, las bolsas y los tdt. Después de 300 millones de inversión, sólo un 15% de los usuarios utiliza el dni-e; el Educa 2.0 se olvidó de su software libre y ni duplicando el Plan Avanza puede superar la brecha digital. Por Javier Aldecoa en Intelligence and Capital News Report
Iba a ser el rey de los ingenios europeos, se ha pasado más de un año tratando de hacerlos prosperar, campaña a campaña. Con cada bocado de financiación acotaba las cifras de sus expectativas: cuatro millones de coches eléctricos en 2014, 20 millones de bombillas en 2010, 20 millones de españoles con DNI-e y un 95% de penetración de la administración digital; software libre para las administraciones, un 20% de ahorro y eficiencia energéticos, más de 100.000 turistas senior este año; petrodólares dubaitíes para quitarle las manchas a la deuda nacional y 150 euros por cabeza de productos patrios para solucionar la crisis del consumo. Son sólo parte de la bitácora de sus promesas: España -anunciaba el ministro- iba a ser este semestre el líder de las bombillas de bajo consumo y las bolsas desechables, el país con más rápida evolución en ahorro y empresas de servicios energéticos de la UE, el nuevo capitán del coche eléctrico entre los Veintisiete; el epicentro de la banda ancha universal y del mercado digital europeo, el adalid de la tdt y la cuna de la fórmula del turismo al estilo del Imserso para toda Europa. Pero ni uno solo de sus planes estrella tiene sitio en la letra pequeña de las prioridades españolas para su presidencia de turno. No están para lucirse.
Las criaturas de Sebastián afean los planes de Moncloa ante la Unión: el turismo senior cuando se lo iba a vender a la UE; el Plan Avanza justo cuando necesita contrarrestar los recelos de Kroes y de la CMT ante la banda ancha y las redes de nueva generación; sus planes de externalización, cuando más lo necesita el sector, el software libre cuando llega el Educa 2.0; la energía ahorro y eficiencia justo cuando quiere sacar pecho ante la UE y necesita un bautismo para el nuevo Plan de Acción de la UE. A pesar de los avisos de sus Secretarios de Estado, sus técnicos y el Idae, Sebastián reincide con más campañas oficiales desde este trimestre, quiere darles nuevos bríos y más de 5.000 euros al día. Pero los detalles, no son su fuerte. Ni siquiera el gratis total vacía sus almacenes de tdt gratuitos. Con cada promesa consuma la maldición de sus fracasos. Bastó que jurara que el DNI-e era "la fórmula más adecuada para relacionarse con la Administración", para que el sector le recordara que, 300 millones de euros después, es justo el punto negro del estreno de la administración electrónica, con menos de un 15% de sus propietarios dispuestos a utilizarlo como llave para gestiones oficiales. Fue suficiente que celebrara por todo lo alto el acuerdo con Renault para fabricar un modelo eléctrico a Valladolid para que el fabricante galo y Laurent en persona le aterricen por todos los flancos el realismo de sus coches verdes y los límites del Plan Movele, que Salgado no estira más allá de los 10 millones de euros (la décima parte de Francia): Renault ha reservado para España sólo el patito feo de sus coches verdes, el prototipo Twizzy, considera aún limitado el Plan Movele y fallida la coordinación de la red de recargas; sólo cree que se pueden vender en España 1,5 millones dentro de once años y si se cuentan con híbridos. Y para el ministro fue tentar la suerte incluyendo las interconexiones como el mayor aporte de la presidencia española al Plan de Acción 2010-2020 de la Unión Europea y Sarkozy le levantó los muros a los gasoductos españoles.
A Sebastián se le abren las grietas del made in Spain. Ni siquiera él publicita ya esos planes. Después de una decena de 'road show' ha tenido que rendirse ante los fondos soberanos y ceder el birrete de embajador chino a Solbes.Y le han sacado los colores las empresas de las que depende un 10% del PIB a la cara de la Secretaria Iranzo: han perdido dos puestos en inversión exterior, no hay plan de Estado prometido, menos fondos para el FEIM y tienen que pagar sus campañas internacionales. Por más que ha apurado las carreras y ha jugado a ser el más precoz de la estrategia e-2010 de la UE, el ministro no ha llegado a tiempo al bautizo de sus criaturas digitales. Aceleró el servicio universal y el refarming, pero llegará cinco años tarde al dividendo digital, su reinado del mercado único digital le llega con la guerra abierta con las telecos y el sector TIC, un Plan Avanza 2 que tendrá que pasar de nuevo por el quirófano y-le advierte el sector- al menos duplicar su perímetro.
Ni siquiera el gratis total alimenta a sus invenciones. Lo saben en Castellana 160, en la Setsi y el Idae por partida triple. Justo a dos meses del apagón analógico, Industria tiene aún más de 76.600 aparatos gratuitos de TDT por repartir entre los colectivos en riesgo de exclusión que iban a ser sus beneficiarios. Un Plan que se cerró en septiembre de 2009, se amplió a final de año y se volvió a estirar para hacerlo coincidir con la puesta de largo de la televisión digital. Ni los convenios con las CCAA han podido evitar que los aparatos compartan por ahora el destino del repudio de los miles de lectores de dni electrónicos que el ministerio aún no ha repartido, las bombillas de bajo consumo (todo gratis), o las listas de abonados al Made in Spain. Nada que le haga desistir de sus planes. Industria está gestando aún más, tantos que tendrá que gastar cada día 5.300 euros en publicidad para tratar de venderlos. Lo hará de nuevo con sus bombillas. Dice ahora que lo importante es que hablen de ellas, aunque sea mal, pero no iluminan los planes ni los calendarios en los que ya ni Moncloa ni sus segundos creen: sólo ha repartido la mitad que esperaba hacer llegar a los consumidores de forma gratuita este año. Ni regaladas. Más de trece millones ocupaban sitio aún al cierre del año en los almacenes de Industria y las oficinas de Correos y han obstaculizado la segunda fase de su programa. Son sus propios subordinados, el secretario de Energía y sobre todo los técnicos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), los que le han bajado los humos a las bombillas de su Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011 dentro del Plan para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E) diseñado por el gobierno, como ya lo hicieron con el Movele, o sus aspiraciones para las empresas de servicios energéticos. Han tenido que ralentizar el siguiente capítulo, el Plan 2x1 -cambiar una bombilla convencional por dos de bajo consumo- que se estrenaba en enero -con varios meses de retraso- en colaboración con el sector comercial en 12.000 puntos de venta, para poner en el mercado otros 2,4 millones de unidades de toda España. Además, al ministro le persigue ahora la sombra de las que ha repartido: alguien se olvidó de decirle que no es oro todo lo que reluce en su bajo consumo (entre un 50 y un 80% menos que las incandescentes): contienen una media de 3-5 miligramos de mercurio en su interior, suficiente para contaminar 35.000 litros de agua. Le han sacado los colores la patronal y los científicos del reciclaje. La modificación de la directiva que regula la gestión de residuos obligará a España a superar tasas de reciclaje del 65% para 2015, el doble de lo que se trata actualmente. Y, por si acaso, ya no será Sebastián sino Elena Espinosa quien capitanee la siguiente de sus joyas del ahorro y el consumo limpio. Medio Ambiente dirigirá esta vez una campaña institucional de dos años para reducir el consumo de las bolsas de plástico de un solo uso desde mediados de 2010.
Bautizó su plan estrella del turismo con apellidos internacionales. El propio ministro en persona hacía en la Cumbre Ministerial de Canarias junto a Zapatero uno de los pocos guiños a un sector que ha dejado en manos del Secretario de Estado para poner de largo el Plan del Turismo Senior Europeo. Estaba llamado no sólo a revertir las debilidades del mercado nacional -la temporalidad y el perfil de los turistas- sino a vender por todo el continente el modelo de los viajes del Imserso. El objetivo diana tenía cifras propias: nada menos que un potencial de 10 millones de personas de entre 55 y 65 años en 16 mercados. Pero en los despachos de Mesquida lo han devuelto al armario de los proyectos piloto para que siga madurando. La criatura turística de Sebastián se ha rebelado contra sus padres: si esperaba alcanzar al menos las 80.000 visitas en la primera temporada se tendrá que conformar con 24.000 turistas -y sólo si se incluyen las reservas aún no consolidadas -; si buscaba hacer de Baleares el destino del 50% se ha encontrado con que sólo 200 visitantes llegaban bajo su paraguas a las Islas en octubre, ni una sola reserva para Menorca en 2010. Con 14.000 puestos de venta, acuerdos con 32 hoteles de cuatro estrellas y 11 compañías aéreas, los resultados son otra cosa. La planificación saltaba por los aires a medida que se iban conociendo los resultados del primer balance. Con el presupuesto de 11 millones de euros iniciales se habían previsto unas 80.000 plazas, de las que 32.000 (el 40% del total) se habían reservado a mercados considerados prioritarios como Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, a los que se había incrementado hasta 150 euros la bonificación por turista. Pero en enero los resultados no casan con lo previsto: entre Italia y Grecia absorben más del 50% de las reservas, lejos del mapa de Industria, que aspiraba a hacer de sus 6 millones de euros de inversión el gancho para captar a visitantes de Hungría, República Checa, Polonia, o Rumanía. Nada que no les hubiera advertido ya el Govern Balear y el conseller de Turismo, Miquel Ferrer, a la vista de que las Islas no tienen conectividad aérea con los destinos del Plan.
LOS MADE IN SPAIN DE SEBASTIÁN SIGUEN SIENDO DIFFERENTS
El ministro quiso vestirse la bandera exterior, convirtió a su Made in Spain, Made by Spain en la más personal de sus criaturas, allá donde ni las bombillas ni el Movele, ni sus planes de ahorro energético habían podido llegar. Pero la estrella de sus planes de consumo -el Made in Spain y sus banderas de 'nacionalismo económico'- han dado con los muros de Elena Salgado antes de estrellarse con la realidad y las premisas del comercio global de la UE. Ni rastro del 'factor español', ése que según el ministro iba a permitir, a razón de 150 euros de consumo de productos patrios por cabeza, salvar 120.000 puestos de trabajo. Todo lo contrario: sus planes de comercio no acompañan ni dentro ni fuera del mercado nacional. Peleó las grietas exteriores con Miguel Ángel Moratinos hasta conseguir -a pesar de Elena Salgado- acelerar el divorcio de los fondos FAD y los FIEM (Fondo para la Internacionalización de la Empresa), que Moncloa había paralizado durante dos años, la reforma del Cesce y el apoyo de Zapatero, al menos antes de viajar a EE UU. Pero ahora las empresas del sector exterior aún le recuerdan que, en la dimensión de las grandes ligas de la internacionalizacion, ésa en la que iba a ser el abanderado de su externalización, las ha dejado en fuera de juego: ni las exportaciones y las inversiones exteriores, ni la imagen de marca acompañan, han empeorado desde que llegó Sebastián. Tanto que son un puñado de multinacionales las que ponían hace tres meses 30 millones de euros sobre la mesa para vender la imagen de España allende los Pirineos.
Y es que España pierde competitividad y sólo el 1% de las empresas están instaladas fuera de nuestras fronteras, frente al 3% de media en la UE. Según el Instituto de Comercio Exterior, "sólo 22.000 compañías españolas exportan cantidades significativas de forma regular, menos del 1% del total de firmas del país. Menos aún ha conseguido que, como le recuerda el Anuario del Círculo de Empresarios y Wharton School, se esté cronificando la baja percepción de la calidad de la marca España. Más aún: en el marco del programa Made in / made by más de una vez las empresas ha tenido que patrocinar sus saltos más allá de los Pirineos: lo hacían sin ir más lejos, en las rondas de lobby estadounidense. La asociación multisectorial de empresas exportadoras (Aemec) le ponía nombre al calor de la LES: "engaño" de Sebastián por no cumplir con su palabra de aumentar los recursos destinados a la internacionalización del tejido industrial. Los recursos del Ministerio en 2010 serán un 10% inferiores a los del año pasado, en el que ya limitó las deducciones fiscales por actividades de I+D y exportación en más de un 40% y ha reducido en un 26% los recursos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio destinados a la promoción comercial y la internacionalización. Hoy el apoyo del Gobierno al plan de promoción comercial e internacional es sólo del 5,5% del total de los recursos del Ministerio y los recursos del ICEX serán un 16,4% inferiores en 2010. Ni la reforma de los créditos FAD y la gestación de la independencia de los créditos FEIM para el sector exterior independiente del Ministerio de Exteriores-como reclamaba Sebastián desde hace meses- pueden opacar la reducción de su diámetro. El sector - que representan el 20% del PIB español- sigue esperando el Plan de Internacionalización de la Empresa Española que Sebastián prometió para salvar el desnivel con Europa - El porcentaje de empresas españolas internacionalizadas es aún muy bajo, 30.000, tan sólo del 1%, frente al 3% de la media de la Unión Europea- y aguardan aún las cien propuestas que se acordaron dentro de la I Cumbre de Internacionalización en octubre en Madrid. Fue la última vez que el ministro se dejó ver en sus foros. Pero le buscarán de nuevo la cara la próxima semana en la Cumbre Europea de Competitividad en San Sebastián. Allí podrán recordarle otra vez que se le olvidó la introducción de incentivos fiscales al patrocinio de Made in/by Spain.
Donde pone el ojo de su interés coloca la bala de sus fracasos. Lo hizo en Dubai, estaba previsto un nuevo viaje del ministro antes de que al Emirato le llegar la deuda al cuello. El titular de Industria les dedicó el año pasado una Cumbre Empresarial a los Seis países del Golfo y un road show cada año desde que llegó a Castellana. Les pidió financiar el plan de rescate de Moncloa, había puesto ya apellidos chinos y árabes a los compradores de la deuda pública y privada española y apostaba porque su viaje en mayo a los Emiratos -al fin y al cabo los dueños del 50% del volumen de inversión de fondos soberanos globales- fuera la concreción de su desembarco también en un puñado de empresas españolas. Pero después de un año y medio de esfuerzos tuvo que rendir también sus planes de boda con los fondos soberanos y sus petrodólares.
NI AHORRO NI EFICIENCIA ENERGÉTICOS NI COCHE ELÉCTRICO
Baja las banderas del turismo europeo. Nada que no hiciera ya con las del Ahorro y la Eficiencia Energética. A la fuerza. Sus planes no tienen quien los compre en Moncloa, menos aún quién los venda ante la UE. Su intención de crear empresas de ahorro energético -que en EEUU han tenido un éxito total: se han creado 60.000 empleos- no ha conseguido el impulso de la financiación del IDEA. Y sin que se haya generalizado el uso de auditorías energéticas -con normativa específica- para alcanzar objetivos de ahorro en empresas e instituciones que exige la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3E). La Ley de Economía Sostenible iba a ser el bautismo de un nuevo modelo de ahorro y eficiencia energéticos. Tanto que el propio Sebastián lo hizo valer cuando, dos años después de que prometiera hacer de su Plan Nacional de Ahorro Energético hasta 2011 el equivalente al doble de la potencia nuclear española, la AIE le ha sacaba todos los colores. Pero Moncloa ha vuelto a demorar la Ley de Eficiencia Energética que esperaba potenciar al amparo de la Sostenible. No cree en las promesas del ahorro energético de Sebastián. Reedita los mismos objetivos del 20/20 que no tiene más remedio que asumir al calor de los compromisos de la UE -reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020 y un 20% de renovables el mismo año-.Y lo deja de nuevo sin nada que enseñar a los vecinos.
Todo lo contrario: todo ha quedado reducido a un plan gubernamental de ahorro energético en 330 edificios de la administración mediante contratos con empresas de servicios energéticos (ESE), que supondrá una reducción de emisiones a la atmósfera de 254.000 toneladas de CO2 al año. Y al último de los planes estrella de Sebastián, que pondrá de largo este verano, a pesar de que las advertencias de los analistas y del sector vaticinan que acabará en el armario de las ocurrencias. La contención de la temperatura de los edificios públicos y los establecimientos comerciales entre 21 y 26º, llega precedida del repudio de la patronal del comercio y las sospechas de los analistas y los ecologistas. Hasta ahora ninguno de los tres pilares más personales del edificio de su Ahorro Energético -el Movele, las bombillas de bajo consumo y las empresas de servicios energéticos- han sido suficientes para sacar a España del penúltimo lugar, a la cola de la eficiencia energética mundial, sólo seguido por Polonia entre los 28 países avanzados que forman parte de la Agencia Internacional de la Energía. Cuando en 2008 presentó su nuevo Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, la intensidad energética de la economía española (la cantidad de energía necesaria para generar 1.000 dólares de producción) se situaba por debajo de la media de la AIE en el 2007, pero era el único de los 28 en que había crecido desde 1990 (aunque fuera muy ligeramente).
Hoy, no se ha aplicado ninguna de las recomendaciones de la Agencia Internacional ni en los transportes ni en la energía españoles. Zapatero esconde el tijeretazo: a pesar de que Industria es uno de los pocos ministerios que se salva del recorte presupuestario, el programa de Investigación energética, medioambiental y tecnológica se reduce en un 26% y el de investigación geológico-minera y medioambiental en un 67%. Y hasta la inversión del Ministerio de Industria en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) disminuye este año en 8,5 millones de euros, desde los sólo 67 millones actuales. Hay CCAA que tienen más inversión que el ministerio para su ahorro energético. España -paradojas de la avidez del ministro- es el campeón de la puesta en marcha de nuevas medidas -un 70% de las políticas están al menos, planeadas- pero uno de los últimos de la clase en su cumplimiento, apenas un 10% del total. Ya le habían advertido los analistas, en las mismas aristas que ahora la ley Sostenible se limita a reeditar: sus planes no tienen señales de precio al consumidor y la mayoría de sus propuestas están basadas en la buena voluntad de consumidores, fabricantes, y administraciones, poca regulación, incentivos y multas.
La ley de Economía Sostenible no se lo pone fácil a las joyas de Sebastián: las renovables, el ahorro y la eficiencia energéticos, las TIC, el sector exterior y el coche eléctrico. El Movele no tendrá ni un euro más de presupuesto inicial de 10 millones de euros para todo, sólo rebajas fiscales para los usuarios que coloquen en sus casas puntos de recarga. Lo ha empezado a reconocer Miguel Sebastián, sólo los planes empresariales -como las electrolineras de Repsol e Iberdrola- le permitirán poder exportar sus planes a la presidencia de la UE. Otra cosa será la capitanía comunitaria: Francia y Alemania miran a la Comisión Europea, sólo de ella aceptarán un plan para establecer las infraestructuras necesarias y para unificar sistemas de recarga comunitarios. Francia comenzará en la Isla Reunión las pruebas piloto y Merkel acaba de dar a luz en Berlín a la mayor infraestructura del mundo que suministre electricidad a los próximos coches eléctricos con RWE.
Quiere hacer del Plan Movele el trampolín de sus ruedas verdes. Enseñaba el acuerdo de permanencia de Renault en Valladolid y el plan de 250 millones de ayudas para producir sus coches eléctricos como la prueba del despegue de sus aspiraciones, pero el mercado, la industria de la energía y hasta los fabricantes le paran los pies. No habrá un millón de vehículos eléctricos en 2014 como prometía en principio el ministro, ni siquiera cuatro millones en 2020, se lo ha dicho claro y alto Jean Pierre Laurent. Como mucho, 1,5 millones dentro de once años y eso sólo si se incluyen los automóviles híbridos. Para empezar, los 20.000 coches eléctricos que la marca gala tiene previsto fabricar en España en 2013 requerirán acceso a tres sistemas de recarga: uno lento en el domicilio -8 horas- y otros dos más rápidos, que sólo serán viables en postes especiales. Ahora, después de la intervención del Idae, el ministro aterriza el Movele y se conforma con la introducción en un plazo de dos años dentro de entornos urbanos, de 20.000 vehículos eléctricos, en un colectivo amplio de empresas, instituciones y particulares, así como en la instalación de 500 puntos de recarga.
Esperaba al menos 1.000 puntos de recarga en 2011, pero el IDAE ha tenido que renunciar ya a sus planes iniciales de contar con 500 enclaves listos en noviembre. Aún así el Plan de Industria es insuficiente, no es el presidente de Renault el único de sus protagonistas que se lo recuerda a Industria. Y se escapa de las manos de Sebastián: se le desencaja el mapa automovilístico: en el Movele, sólo tres CCAA (Madrid, Andalucía y Cataluña) se han subido a sus ruedas, el resto va por libre con la iniciativa de las empresas energéticas. Vizcaya e Iberdrola (ya ha instalado puntos de recarga para estos automóviles en varias de sus instalaciones de Madrid y Bilbao) lo hacen en el País Vasco, que ya ha firmado acuerdos con Repsol - para junio próximo se prevé constituir una empresa conjunta que instala las primeras electrolineras- y Mercedes, con una inversión ya comprometida de nueve millones de euros para desarrollar prototipos. La compañía que preside Ignacio Galán lidera el proyecto EPV para introducir el vehículo eléctrico en la Comunidad Valenciana. Endesa participa en el proyecto europeo G4V (Grid for Vehicles), que cuenta con un presupuesto de 3,7 millones de euros y que se centrará en fórmulas para desarrollar a gran escala el coche eléctrico.
PLAN AVANZA, MERCADO ÚNICO DIGITAL Y DNI-E
Los galones tecnológicos se le enredan al Ministerio de Industria: tras las ofrendas de paz fallidas de los portátiles, Moncloa le ha birlado el software libre del Plan Educa 2.0 y recibe de espaldas a las ventajas para el paquete telecom de la Unión Europea. A pesar de las promesas de González-Sinde de reabrir el debate en 2010, el Ministerio de Industria no quiere que se defina en Granada, -en el Consejo de Ministros de Tecnología de la Unión Europea de abril- una postura conjunta europea respecto al canon digital. Pero ya sabe que, con las telecos en cabeza, el sector le abrirá esa caja de Pandora. Juraron hacer del sector TIC el motor de la recuperación y el epicentro de un nuevo modelo productivo que consumar con la ley de Economía Sostenible, pero a Rodríguez Zapatero y Miguel Sebastián les deslucen las carrozas tecnológicas en las que diseñaron su desembarco por el arco del triunfo de la presidencia europea. El ministro buscaba medallas tecnológicas que colgarse a los ojos de la UE, pero se ha terminado por pinchar con las zozobras propias: restringe la gasolina a un sector que lleva las riendas del 7% del PIB, justo ahora que por primera vez se arriesga a destruir empleo. Llueve sobre mojado en el foso de dos años de desencuentros con Miguel Sebastián: tragaron dos veces ante la presentación del Avanza2 -con un 56% menos para proyectos-; acallaron sus quejas ante las urgencias de la TDT de pago y asumieron, aunque con recelos, que les cargara a las telecos y el sector audiovisual las facturas de RTVE. Pero los recortes de los PGE, la mano oficial de Red.es sobre la mayor parte de las partidas de innovación de Industria y la erosión del Plan Avanza, de espaldas a las protestas del sector fueron sólo el preludio de un desencuentro que la Ley de Economía Sostenible ha terminado por consumar justo ahora que el titular de Industria quería pasear por los Veintisiete la capitanía española de una nueva bitácora tecnológica 2010-2015.
La Asociación Multisectorial de Empresas de Tecnología de la Información, Comunicación y Electrónica (Asimelec) mira al escaparate de la UE y exige duplicar los fondos del Plan Avanza, aumentar un 20% las inversiones en TIC de la Administración, facilitar el acceso a la contratación pública a las pymes con tecnología innovadora y reducir la tasa de las telecos al 0,75 por mil. Pero sobre todo, sitio en los 20.000 millones del Fondo Sostenible que Moncloa ha dejado a hombros del ICO y los bancos. Les sabe a poco el incremento de la deducción en el Impuesto sobre Sociedades para las actividades de innovación, que pasa del 8% al 12%, o la ampliación del límite máximo de deducción, que sube al 60% de la cuota íntegra minorada, cuando la inversión en I+D+i supere el 10% de la cuota íntegra del ejercicio. La bajada de la tasa general de operadores no soluciona la alta presión fiscal que padecen las empresas de Telecomunicaciones, abocadas a destinar el 0,9% sobre sus ingresos para financiar la supresión de publicidad en Televisión Española, o la subida del IVA desde el verano. Y el servicio universal de banda ancha se cargará a las espaldas de las empresas del sector, no del Estado. Menos aún -lo advierte la Aetic- compensa la caída presupuestaria en del Gobierno en materia de gastos de innovación (un 66% sólo los del Ministerio de Industria) ni la erosión de los presupuestos del ICEX para la externalización del sector TIC con un paraguas sostenible que no deja sitio a los apellidos tecnológicos de forma explícita.
En casa, el ministro Sebastián reparte ahora de nuevo planes digitales y lectores de eDNI, de mercado en mercado. Hasta en Castellana 160 reconocen que tiene que lanzarse a buscar ciudadanos que quieran usar sus servicios telemáticos, todo con tal de intentar equipararse a los vecinos europeos, tres puntos porcentuales por encima de España, aunque sea a golpes comerciales. A la vista de la timidez de la primera fase de su campaña -ésa que esperaba una avalancha de peticiones de 300.000 lectores a cambio de dos euros- acelera el segundo capítulo de su carrera para extender la eAdministración: Industria en colaboración con el sector privado distribuirá más de 200.000 paquetes informativos del eDNI (con un lector, el software y abundante información sobre sus utilidades y ventajas). Esta vez será gratis. De centro comercial en centro comercial en 70 puntos de venta- y con los euros de la cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Sebastián acelera en la formación de técnicos, le da cuerda a los pasos de su retraso, hace ondear 300.000 lectores de eDNI de regalo y trata con ellos, de alejarse de las demoras en el apagón de la burocracia analógica.
Pero por más que ha apurado las carreras y ha jugado a ser el más precoz de la estrategia e-2010 de la UE, el ministro no ha llegado a tiempo al bautizo de sus criaturas digitales y no podrá cumplir la Ley 11/2007, de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos. Tres años y más de 330 millones de euros después de su creación, su uso es limitado. Tanto como para conseguir mancharle el informe 'EGoverment Readiness' de Naciones Unidas, que coloca a España en el noveno puesto a nivel mundial, avanzando once posiciones respecto a 2008, y la quinta posición en Europa en materia de Administración electrónica, aunque la letra pequeña sólo estudia la presencia del Gobierno en la Red, las infraestructuras de telecomunicaciones y la disposición de la población a usar la Administración electrónica. No su uso real. A pesar de 300 millones de euros en campañas de publicidad, la orfandad de un documento que sólo utilizan el 15% de sus 13 millones de propietarios tiene mucho que ver con que sólo un 70% de los procedimientos, en el mejor de los casos y según estimaciones de la propia Administración central, sean efectivos en tiempo real. Sólo ocho millones de usuarios han probado alguna vez su eAdministración y un 10% de los españoles ha conseguido rellenar formularios y completar trámites con la Administración con el DNI digital. Además, las previsiones de la Policía y la Guardia Civil apuntan a que el DNI tradicional se seguirá utilizando hasta 2017. Y apenas ahora, dos años después del bautismo oficial de la Ley de Acceso Electrónico a los Servicios Públicos, el Consejo de Ministros se ha 'acordado' de aprobar un real decreto por el que se desarrolla la normativa de los registros electrónicos y se crea un registro estatal para garantizar el "papeleo" por internet y albergar los escritos y comunicaciones que presenten los ciudadanos. Peor aún, la seguridad del eDNI puede tener aún algunas lagunas. Se lo recordaban las conclusiones de los expertos reunidos por la patronal Asimelec este mes en el III Congreso de Identidad Digital: el DNI electrónico es seguro, pero usarlo es engorroso y es necesario encontrar un equilibrio entre seguridad y facilidad de uso roto hasta ahora por el PIN de la parte pública de los datos del DNI que se impuso en su momento,
Las criaturas de Sebastián afean los planes de Moncloa ante la Unión: el turismo senior cuando se lo iba a vender a la UE; el Plan Avanza justo cuando necesita contrarrestar los recelos de Kroes y de la CMT ante la banda ancha y las redes de nueva generación; sus planes de externalización, cuando más lo necesita el sector, el software libre cuando llega el Educa 2.0; la energía ahorro y eficiencia justo cuando quiere sacar pecho ante la UE y necesita un bautismo para el nuevo Plan de Acción de la UE. A pesar de los avisos de sus Secretarios de Estado, sus técnicos y el Idae, Sebastián reincide con más campañas oficiales desde este trimestre, quiere darles nuevos bríos y más de 5.000 euros al día. Pero los detalles, no son su fuerte. Ni siquiera el gratis total vacía sus almacenes de tdt gratuitos. Con cada promesa consuma la maldición de sus fracasos. Bastó que jurara que el DNI-e era "la fórmula más adecuada para relacionarse con la Administración", para que el sector le recordara que, 300 millones de euros después, es justo el punto negro del estreno de la administración electrónica, con menos de un 15% de sus propietarios dispuestos a utilizarlo como llave para gestiones oficiales. Fue suficiente que celebrara por todo lo alto el acuerdo con Renault para fabricar un modelo eléctrico a Valladolid para que el fabricante galo y Laurent en persona le aterricen por todos los flancos el realismo de sus coches verdes y los límites del Plan Movele, que Salgado no estira más allá de los 10 millones de euros (la décima parte de Francia): Renault ha reservado para España sólo el patito feo de sus coches verdes, el prototipo Twizzy, considera aún limitado el Plan Movele y fallida la coordinación de la red de recargas; sólo cree que se pueden vender en España 1,5 millones dentro de once años y si se cuentan con híbridos. Y para el ministro fue tentar la suerte incluyendo las interconexiones como el mayor aporte de la presidencia española al Plan de Acción 2010-2020 de la Unión Europea y Sarkozy le levantó los muros a los gasoductos españoles.
A Sebastián se le abren las grietas del made in Spain. Ni siquiera él publicita ya esos planes. Después de una decena de 'road show' ha tenido que rendirse ante los fondos soberanos y ceder el birrete de embajador chino a Solbes.Y le han sacado los colores las empresas de las que depende un 10% del PIB a la cara de la Secretaria Iranzo: han perdido dos puestos en inversión exterior, no hay plan de Estado prometido, menos fondos para el FEIM y tienen que pagar sus campañas internacionales. Por más que ha apurado las carreras y ha jugado a ser el más precoz de la estrategia e-2010 de la UE, el ministro no ha llegado a tiempo al bautizo de sus criaturas digitales. Aceleró el servicio universal y el refarming, pero llegará cinco años tarde al dividendo digital, su reinado del mercado único digital le llega con la guerra abierta con las telecos y el sector TIC, un Plan Avanza 2 que tendrá que pasar de nuevo por el quirófano y-le advierte el sector- al menos duplicar su perímetro.
Ni siquiera el gratis total alimenta a sus invenciones. Lo saben en Castellana 160, en la Setsi y el Idae por partida triple. Justo a dos meses del apagón analógico, Industria tiene aún más de 76.600 aparatos gratuitos de TDT por repartir entre los colectivos en riesgo de exclusión que iban a ser sus beneficiarios. Un Plan que se cerró en septiembre de 2009, se amplió a final de año y se volvió a estirar para hacerlo coincidir con la puesta de largo de la televisión digital. Ni los convenios con las CCAA han podido evitar que los aparatos compartan por ahora el destino del repudio de los miles de lectores de dni electrónicos que el ministerio aún no ha repartido, las bombillas de bajo consumo (todo gratis), o las listas de abonados al Made in Spain. Nada que le haga desistir de sus planes. Industria está gestando aún más, tantos que tendrá que gastar cada día 5.300 euros en publicidad para tratar de venderlos. Lo hará de nuevo con sus bombillas. Dice ahora que lo importante es que hablen de ellas, aunque sea mal, pero no iluminan los planes ni los calendarios en los que ya ni Moncloa ni sus segundos creen: sólo ha repartido la mitad que esperaba hacer llegar a los consumidores de forma gratuita este año. Ni regaladas. Más de trece millones ocupaban sitio aún al cierre del año en los almacenes de Industria y las oficinas de Correos y han obstaculizado la segunda fase de su programa. Son sus propios subordinados, el secretario de Energía y sobre todo los técnicos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), los que le han bajado los humos a las bombillas de su Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011 dentro del Plan para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E) diseñado por el gobierno, como ya lo hicieron con el Movele, o sus aspiraciones para las empresas de servicios energéticos. Han tenido que ralentizar el siguiente capítulo, el Plan 2x1 -cambiar una bombilla convencional por dos de bajo consumo- que se estrenaba en enero -con varios meses de retraso- en colaboración con el sector comercial en 12.000 puntos de venta, para poner en el mercado otros 2,4 millones de unidades de toda España. Además, al ministro le persigue ahora la sombra de las que ha repartido: alguien se olvidó de decirle que no es oro todo lo que reluce en su bajo consumo (entre un 50 y un 80% menos que las incandescentes): contienen una media de 3-5 miligramos de mercurio en su interior, suficiente para contaminar 35.000 litros de agua. Le han sacado los colores la patronal y los científicos del reciclaje. La modificación de la directiva que regula la gestión de residuos obligará a España a superar tasas de reciclaje del 65% para 2015, el doble de lo que se trata actualmente. Y, por si acaso, ya no será Sebastián sino Elena Espinosa quien capitanee la siguiente de sus joyas del ahorro y el consumo limpio. Medio Ambiente dirigirá esta vez una campaña institucional de dos años para reducir el consumo de las bolsas de plástico de un solo uso desde mediados de 2010.
Bautizó su plan estrella del turismo con apellidos internacionales. El propio ministro en persona hacía en la Cumbre Ministerial de Canarias junto a Zapatero uno de los pocos guiños a un sector que ha dejado en manos del Secretario de Estado para poner de largo el Plan del Turismo Senior Europeo. Estaba llamado no sólo a revertir las debilidades del mercado nacional -la temporalidad y el perfil de los turistas- sino a vender por todo el continente el modelo de los viajes del Imserso. El objetivo diana tenía cifras propias: nada menos que un potencial de 10 millones de personas de entre 55 y 65 años en 16 mercados. Pero en los despachos de Mesquida lo han devuelto al armario de los proyectos piloto para que siga madurando. La criatura turística de Sebastián se ha rebelado contra sus padres: si esperaba alcanzar al menos las 80.000 visitas en la primera temporada se tendrá que conformar con 24.000 turistas -y sólo si se incluyen las reservas aún no consolidadas -; si buscaba hacer de Baleares el destino del 50% se ha encontrado con que sólo 200 visitantes llegaban bajo su paraguas a las Islas en octubre, ni una sola reserva para Menorca en 2010. Con 14.000 puestos de venta, acuerdos con 32 hoteles de cuatro estrellas y 11 compañías aéreas, los resultados son otra cosa. La planificación saltaba por los aires a medida que se iban conociendo los resultados del primer balance. Con el presupuesto de 11 millones de euros iniciales se habían previsto unas 80.000 plazas, de las que 32.000 (el 40% del total) se habían reservado a mercados considerados prioritarios como Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, a los que se había incrementado hasta 150 euros la bonificación por turista. Pero en enero los resultados no casan con lo previsto: entre Italia y Grecia absorben más del 50% de las reservas, lejos del mapa de Industria, que aspiraba a hacer de sus 6 millones de euros de inversión el gancho para captar a visitantes de Hungría, República Checa, Polonia, o Rumanía. Nada que no les hubiera advertido ya el Govern Balear y el conseller de Turismo, Miquel Ferrer, a la vista de que las Islas no tienen conectividad aérea con los destinos del Plan.
LOS MADE IN SPAIN DE SEBASTIÁN SIGUEN SIENDO DIFFERENTS
El ministro quiso vestirse la bandera exterior, convirtió a su Made in Spain, Made by Spain en la más personal de sus criaturas, allá donde ni las bombillas ni el Movele, ni sus planes de ahorro energético habían podido llegar. Pero la estrella de sus planes de consumo -el Made in Spain y sus banderas de 'nacionalismo económico'- han dado con los muros de Elena Salgado antes de estrellarse con la realidad y las premisas del comercio global de la UE. Ni rastro del 'factor español', ése que según el ministro iba a permitir, a razón de 150 euros de consumo de productos patrios por cabeza, salvar 120.000 puestos de trabajo. Todo lo contrario: sus planes de comercio no acompañan ni dentro ni fuera del mercado nacional. Peleó las grietas exteriores con Miguel Ángel Moratinos hasta conseguir -a pesar de Elena Salgado- acelerar el divorcio de los fondos FAD y los FIEM (Fondo para la Internacionalización de la Empresa), que Moncloa había paralizado durante dos años, la reforma del Cesce y el apoyo de Zapatero, al menos antes de viajar a EE UU. Pero ahora las empresas del sector exterior aún le recuerdan que, en la dimensión de las grandes ligas de la internacionalizacion, ésa en la que iba a ser el abanderado de su externalización, las ha dejado en fuera de juego: ni las exportaciones y las inversiones exteriores, ni la imagen de marca acompañan, han empeorado desde que llegó Sebastián. Tanto que son un puñado de multinacionales las que ponían hace tres meses 30 millones de euros sobre la mesa para vender la imagen de España allende los Pirineos.
Y es que España pierde competitividad y sólo el 1% de las empresas están instaladas fuera de nuestras fronteras, frente al 3% de media en la UE. Según el Instituto de Comercio Exterior, "sólo 22.000 compañías españolas exportan cantidades significativas de forma regular, menos del 1% del total de firmas del país. Menos aún ha conseguido que, como le recuerda el Anuario del Círculo de Empresarios y Wharton School, se esté cronificando la baja percepción de la calidad de la marca España. Más aún: en el marco del programa Made in / made by más de una vez las empresas ha tenido que patrocinar sus saltos más allá de los Pirineos: lo hacían sin ir más lejos, en las rondas de lobby estadounidense. La asociación multisectorial de empresas exportadoras (Aemec) le ponía nombre al calor de la LES: "engaño" de Sebastián por no cumplir con su palabra de aumentar los recursos destinados a la internacionalización del tejido industrial. Los recursos del Ministerio en 2010 serán un 10% inferiores a los del año pasado, en el que ya limitó las deducciones fiscales por actividades de I+D y exportación en más de un 40% y ha reducido en un 26% los recursos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio destinados a la promoción comercial y la internacionalización. Hoy el apoyo del Gobierno al plan de promoción comercial e internacional es sólo del 5,5% del total de los recursos del Ministerio y los recursos del ICEX serán un 16,4% inferiores en 2010. Ni la reforma de los créditos FAD y la gestación de la independencia de los créditos FEIM para el sector exterior independiente del Ministerio de Exteriores-como reclamaba Sebastián desde hace meses- pueden opacar la reducción de su diámetro. El sector - que representan el 20% del PIB español- sigue esperando el Plan de Internacionalización de la Empresa Española que Sebastián prometió para salvar el desnivel con Europa - El porcentaje de empresas españolas internacionalizadas es aún muy bajo, 30.000, tan sólo del 1%, frente al 3% de la media de la Unión Europea- y aguardan aún las cien propuestas que se acordaron dentro de la I Cumbre de Internacionalización en octubre en Madrid. Fue la última vez que el ministro se dejó ver en sus foros. Pero le buscarán de nuevo la cara la próxima semana en la Cumbre Europea de Competitividad en San Sebastián. Allí podrán recordarle otra vez que se le olvidó la introducción de incentivos fiscales al patrocinio de Made in/by Spain.
Donde pone el ojo de su interés coloca la bala de sus fracasos. Lo hizo en Dubai, estaba previsto un nuevo viaje del ministro antes de que al Emirato le llegar la deuda al cuello. El titular de Industria les dedicó el año pasado una Cumbre Empresarial a los Seis países del Golfo y un road show cada año desde que llegó a Castellana. Les pidió financiar el plan de rescate de Moncloa, había puesto ya apellidos chinos y árabes a los compradores de la deuda pública y privada española y apostaba porque su viaje en mayo a los Emiratos -al fin y al cabo los dueños del 50% del volumen de inversión de fondos soberanos globales- fuera la concreción de su desembarco también en un puñado de empresas españolas. Pero después de un año y medio de esfuerzos tuvo que rendir también sus planes de boda con los fondos soberanos y sus petrodólares.
NI AHORRO NI EFICIENCIA ENERGÉTICOS NI COCHE ELÉCTRICO
Baja las banderas del turismo europeo. Nada que no hiciera ya con las del Ahorro y la Eficiencia Energética. A la fuerza. Sus planes no tienen quien los compre en Moncloa, menos aún quién los venda ante la UE. Su intención de crear empresas de ahorro energético -que en EEUU han tenido un éxito total: se han creado 60.000 empleos- no ha conseguido el impulso de la financiación del IDEA. Y sin que se haya generalizado el uso de auditorías energéticas -con normativa específica- para alcanzar objetivos de ahorro en empresas e instituciones que exige la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3E). La Ley de Economía Sostenible iba a ser el bautismo de un nuevo modelo de ahorro y eficiencia energéticos. Tanto que el propio Sebastián lo hizo valer cuando, dos años después de que prometiera hacer de su Plan Nacional de Ahorro Energético hasta 2011 el equivalente al doble de la potencia nuclear española, la AIE le ha sacaba todos los colores. Pero Moncloa ha vuelto a demorar la Ley de Eficiencia Energética que esperaba potenciar al amparo de la Sostenible. No cree en las promesas del ahorro energético de Sebastián. Reedita los mismos objetivos del 20/20 que no tiene más remedio que asumir al calor de los compromisos de la UE -reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020 y un 20% de renovables el mismo año-.Y lo deja de nuevo sin nada que enseñar a los vecinos.
Todo lo contrario: todo ha quedado reducido a un plan gubernamental de ahorro energético en 330 edificios de la administración mediante contratos con empresas de servicios energéticos (ESE), que supondrá una reducción de emisiones a la atmósfera de 254.000 toneladas de CO2 al año. Y al último de los planes estrella de Sebastián, que pondrá de largo este verano, a pesar de que las advertencias de los analistas y del sector vaticinan que acabará en el armario de las ocurrencias. La contención de la temperatura de los edificios públicos y los establecimientos comerciales entre 21 y 26º, llega precedida del repudio de la patronal del comercio y las sospechas de los analistas y los ecologistas. Hasta ahora ninguno de los tres pilares más personales del edificio de su Ahorro Energético -el Movele, las bombillas de bajo consumo y las empresas de servicios energéticos- han sido suficientes para sacar a España del penúltimo lugar, a la cola de la eficiencia energética mundial, sólo seguido por Polonia entre los 28 países avanzados que forman parte de la Agencia Internacional de la Energía. Cuando en 2008 presentó su nuevo Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, la intensidad energética de la economía española (la cantidad de energía necesaria para generar 1.000 dólares de producción) se situaba por debajo de la media de la AIE en el 2007, pero era el único de los 28 en que había crecido desde 1990 (aunque fuera muy ligeramente).
Hoy, no se ha aplicado ninguna de las recomendaciones de la Agencia Internacional ni en los transportes ni en la energía españoles. Zapatero esconde el tijeretazo: a pesar de que Industria es uno de los pocos ministerios que se salva del recorte presupuestario, el programa de Investigación energética, medioambiental y tecnológica se reduce en un 26% y el de investigación geológico-minera y medioambiental en un 67%. Y hasta la inversión del Ministerio de Industria en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) disminuye este año en 8,5 millones de euros, desde los sólo 67 millones actuales. Hay CCAA que tienen más inversión que el ministerio para su ahorro energético. España -paradojas de la avidez del ministro- es el campeón de la puesta en marcha de nuevas medidas -un 70% de las políticas están al menos, planeadas- pero uno de los últimos de la clase en su cumplimiento, apenas un 10% del total. Ya le habían advertido los analistas, en las mismas aristas que ahora la ley Sostenible se limita a reeditar: sus planes no tienen señales de precio al consumidor y la mayoría de sus propuestas están basadas en la buena voluntad de consumidores, fabricantes, y administraciones, poca regulación, incentivos y multas.
La ley de Economía Sostenible no se lo pone fácil a las joyas de Sebastián: las renovables, el ahorro y la eficiencia energéticos, las TIC, el sector exterior y el coche eléctrico. El Movele no tendrá ni un euro más de presupuesto inicial de 10 millones de euros para todo, sólo rebajas fiscales para los usuarios que coloquen en sus casas puntos de recarga. Lo ha empezado a reconocer Miguel Sebastián, sólo los planes empresariales -como las electrolineras de Repsol e Iberdrola- le permitirán poder exportar sus planes a la presidencia de la UE. Otra cosa será la capitanía comunitaria: Francia y Alemania miran a la Comisión Europea, sólo de ella aceptarán un plan para establecer las infraestructuras necesarias y para unificar sistemas de recarga comunitarios. Francia comenzará en la Isla Reunión las pruebas piloto y Merkel acaba de dar a luz en Berlín a la mayor infraestructura del mundo que suministre electricidad a los próximos coches eléctricos con RWE.
Quiere hacer del Plan Movele el trampolín de sus ruedas verdes. Enseñaba el acuerdo de permanencia de Renault en Valladolid y el plan de 250 millones de ayudas para producir sus coches eléctricos como la prueba del despegue de sus aspiraciones, pero el mercado, la industria de la energía y hasta los fabricantes le paran los pies. No habrá un millón de vehículos eléctricos en 2014 como prometía en principio el ministro, ni siquiera cuatro millones en 2020, se lo ha dicho claro y alto Jean Pierre Laurent. Como mucho, 1,5 millones dentro de once años y eso sólo si se incluyen los automóviles híbridos. Para empezar, los 20.000 coches eléctricos que la marca gala tiene previsto fabricar en España en 2013 requerirán acceso a tres sistemas de recarga: uno lento en el domicilio -8 horas- y otros dos más rápidos, que sólo serán viables en postes especiales. Ahora, después de la intervención del Idae, el ministro aterriza el Movele y se conforma con la introducción en un plazo de dos años dentro de entornos urbanos, de 20.000 vehículos eléctricos, en un colectivo amplio de empresas, instituciones y particulares, así como en la instalación de 500 puntos de recarga.
Esperaba al menos 1.000 puntos de recarga en 2011, pero el IDAE ha tenido que renunciar ya a sus planes iniciales de contar con 500 enclaves listos en noviembre. Aún así el Plan de Industria es insuficiente, no es el presidente de Renault el único de sus protagonistas que se lo recuerda a Industria. Y se escapa de las manos de Sebastián: se le desencaja el mapa automovilístico: en el Movele, sólo tres CCAA (Madrid, Andalucía y Cataluña) se han subido a sus ruedas, el resto va por libre con la iniciativa de las empresas energéticas. Vizcaya e Iberdrola (ya ha instalado puntos de recarga para estos automóviles en varias de sus instalaciones de Madrid y Bilbao) lo hacen en el País Vasco, que ya ha firmado acuerdos con Repsol - para junio próximo se prevé constituir una empresa conjunta que instala las primeras electrolineras- y Mercedes, con una inversión ya comprometida de nueve millones de euros para desarrollar prototipos. La compañía que preside Ignacio Galán lidera el proyecto EPV para introducir el vehículo eléctrico en la Comunidad Valenciana. Endesa participa en el proyecto europeo G4V (Grid for Vehicles), que cuenta con un presupuesto de 3,7 millones de euros y que se centrará en fórmulas para desarrollar a gran escala el coche eléctrico.
PLAN AVANZA, MERCADO ÚNICO DIGITAL Y DNI-E
Los galones tecnológicos se le enredan al Ministerio de Industria: tras las ofrendas de paz fallidas de los portátiles, Moncloa le ha birlado el software libre del Plan Educa 2.0 y recibe de espaldas a las ventajas para el paquete telecom de la Unión Europea. A pesar de las promesas de González-Sinde de reabrir el debate en 2010, el Ministerio de Industria no quiere que se defina en Granada, -en el Consejo de Ministros de Tecnología de la Unión Europea de abril- una postura conjunta europea respecto al canon digital. Pero ya sabe que, con las telecos en cabeza, el sector le abrirá esa caja de Pandora. Juraron hacer del sector TIC el motor de la recuperación y el epicentro de un nuevo modelo productivo que consumar con la ley de Economía Sostenible, pero a Rodríguez Zapatero y Miguel Sebastián les deslucen las carrozas tecnológicas en las que diseñaron su desembarco por el arco del triunfo de la presidencia europea. El ministro buscaba medallas tecnológicas que colgarse a los ojos de la UE, pero se ha terminado por pinchar con las zozobras propias: restringe la gasolina a un sector que lleva las riendas del 7% del PIB, justo ahora que por primera vez se arriesga a destruir empleo. Llueve sobre mojado en el foso de dos años de desencuentros con Miguel Sebastián: tragaron dos veces ante la presentación del Avanza2 -con un 56% menos para proyectos-; acallaron sus quejas ante las urgencias de la TDT de pago y asumieron, aunque con recelos, que les cargara a las telecos y el sector audiovisual las facturas de RTVE. Pero los recortes de los PGE, la mano oficial de Red.es sobre la mayor parte de las partidas de innovación de Industria y la erosión del Plan Avanza, de espaldas a las protestas del sector fueron sólo el preludio de un desencuentro que la Ley de Economía Sostenible ha terminado por consumar justo ahora que el titular de Industria quería pasear por los Veintisiete la capitanía española de una nueva bitácora tecnológica 2010-2015.
La Asociación Multisectorial de Empresas de Tecnología de la Información, Comunicación y Electrónica (Asimelec) mira al escaparate de la UE y exige duplicar los fondos del Plan Avanza, aumentar un 20% las inversiones en TIC de la Administración, facilitar el acceso a la contratación pública a las pymes con tecnología innovadora y reducir la tasa de las telecos al 0,75 por mil. Pero sobre todo, sitio en los 20.000 millones del Fondo Sostenible que Moncloa ha dejado a hombros del ICO y los bancos. Les sabe a poco el incremento de la deducción en el Impuesto sobre Sociedades para las actividades de innovación, que pasa del 8% al 12%, o la ampliación del límite máximo de deducción, que sube al 60% de la cuota íntegra minorada, cuando la inversión en I+D+i supere el 10% de la cuota íntegra del ejercicio. La bajada de la tasa general de operadores no soluciona la alta presión fiscal que padecen las empresas de Telecomunicaciones, abocadas a destinar el 0,9% sobre sus ingresos para financiar la supresión de publicidad en Televisión Española, o la subida del IVA desde el verano. Y el servicio universal de banda ancha se cargará a las espaldas de las empresas del sector, no del Estado. Menos aún -lo advierte la Aetic- compensa la caída presupuestaria en del Gobierno en materia de gastos de innovación (un 66% sólo los del Ministerio de Industria) ni la erosión de los presupuestos del ICEX para la externalización del sector TIC con un paraguas sostenible que no deja sitio a los apellidos tecnológicos de forma explícita.
En casa, el ministro Sebastián reparte ahora de nuevo planes digitales y lectores de eDNI, de mercado en mercado. Hasta en Castellana 160 reconocen que tiene que lanzarse a buscar ciudadanos que quieran usar sus servicios telemáticos, todo con tal de intentar equipararse a los vecinos europeos, tres puntos porcentuales por encima de España, aunque sea a golpes comerciales. A la vista de la timidez de la primera fase de su campaña -ésa que esperaba una avalancha de peticiones de 300.000 lectores a cambio de dos euros- acelera el segundo capítulo de su carrera para extender la eAdministración: Industria en colaboración con el sector privado distribuirá más de 200.000 paquetes informativos del eDNI (con un lector, el software y abundante información sobre sus utilidades y ventajas). Esta vez será gratis. De centro comercial en centro comercial en 70 puntos de venta- y con los euros de la cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Sebastián acelera en la formación de técnicos, le da cuerda a los pasos de su retraso, hace ondear 300.000 lectores de eDNI de regalo y trata con ellos, de alejarse de las demoras en el apagón de la burocracia analógica.
Pero por más que ha apurado las carreras y ha jugado a ser el más precoz de la estrategia e-2010 de la UE, el ministro no ha llegado a tiempo al bautizo de sus criaturas digitales y no podrá cumplir la Ley 11/2007, de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos. Tres años y más de 330 millones de euros después de su creación, su uso es limitado. Tanto como para conseguir mancharle el informe 'EGoverment Readiness' de Naciones Unidas, que coloca a España en el noveno puesto a nivel mundial, avanzando once posiciones respecto a 2008, y la quinta posición en Europa en materia de Administración electrónica, aunque la letra pequeña sólo estudia la presencia del Gobierno en la Red, las infraestructuras de telecomunicaciones y la disposición de la población a usar la Administración electrónica. No su uso real. A pesar de 300 millones de euros en campañas de publicidad, la orfandad de un documento que sólo utilizan el 15% de sus 13 millones de propietarios tiene mucho que ver con que sólo un 70% de los procedimientos, en el mejor de los casos y según estimaciones de la propia Administración central, sean efectivos en tiempo real. Sólo ocho millones de usuarios han probado alguna vez su eAdministración y un 10% de los españoles ha conseguido rellenar formularios y completar trámites con la Administración con el DNI digital. Además, las previsiones de la Policía y la Guardia Civil apuntan a que el DNI tradicional se seguirá utilizando hasta 2017. Y apenas ahora, dos años después del bautismo oficial de la Ley de Acceso Electrónico a los Servicios Públicos, el Consejo de Ministros se ha 'acordado' de aprobar un real decreto por el que se desarrolla la normativa de los registros electrónicos y se crea un registro estatal para garantizar el "papeleo" por internet y albergar los escritos y comunicaciones que presenten los ciudadanos. Peor aún, la seguridad del eDNI puede tener aún algunas lagunas. Se lo recordaban las conclusiones de los expertos reunidos por la patronal Asimelec este mes en el III Congreso de Identidad Digital: el DNI electrónico es seguro, pero usarlo es engorroso y es necesario encontrar un equilibrio entre seguridad y facilidad de uso roto hasta ahora por el PIN de la parte pública de los datos del DNI que se impuso en su momento,