Últimamente, en este mismo espacio, he defendido al antiguo monopolio en alguno de los frentes que tiene abiertos: tener que compartir la fibra óptica con la competencia (sigo sin entender por qué) y ahora la posibilidad de que le obliguen a ceder también parte del contenido televisivo para cerrar definitivamente la operación de adquisición de Canal +. Pero, sin embargo, el pasado martes firmé la iniciativa de Change.org contra la subida unilateral de la tarifa de Movistar Fusion.
Y he firmado porque me siento engañado. Cuando Telefónica comenzó su campaña de Movistar Fusion, la oferta no sólo resultaba atractiva por sí misma, sino que, además, tenía la coletilla de «precios finales y para siempre». Debe de ser que entendemos lo de «para siempre» de forma distinta. La subida anunciada es de cinco euros mensuales y, a cambio, no dan nada que no ofrecieran antes. Hombre, sería comprensible si incluyeran algún canal más en la categoría básica (Para todos) y, por supuesto, en una situación económica con una inflación importante. Pero no se dan ninguna de las dos premisas.
Yo he estampado mi firma en Change.org (llevaba sólo unas 1.600), un sitio de internet en el que cualquiera puede promover acciones, ya sea para lograr atención sanitaria para una enfermedad rara o para que el teatro romano de Mérida no se convierta en la cancha de un torneo de pádel (esta semana, tras más de 200.000 firmas, la organización ha suspendido el torneo). Desde la Asociación de Internautas van a tomar otras medidas. Han anunciado que van a presentar denuncias ante Autocontrol y la Comisión Nacional de la Competencia por publicidad engañosa, informarán oficialmente al Instituto Nacional de Consumo y a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y estudian si presentar denuncia por delito de estafa.
Desde Telefónica dicen que si no se está de acuerdo con la subida se pueden dar de baja de Movistar Fusion sin penalización. ¡Qué morro!
javier.lopez@elmundo.es
