En menos de una semana, dos colapsos informáticos. En plena reconversión de la banca, los servicios digitales demuestran que no son, ni mucho menos, infalibles.
«Fue un problema grave que se multiplicó por diez»ING Direct
En opinión de Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas (AI), los clientes no tienen «ningún tipo de protección» ante estos colapsos, ya que es muy complicado saber qué datos han quedado desprotegidos después de este tipo de fallos informáticos. El presidente de la asociación de internautas sostiene que sí se produjo un fallo de seguridad en ING y recuerda que hace escasos días la Agencia Tributaria tuvo un colapso similar por el cual se pudieron ver los borradores de la Renta de otros contribuyentes. «Es comprensible, puede pasar, pero hay que informar correctamente».
Problemas puntuales
Desde ING, sin embargo, desmienten a ABC este hecho y aseguran que la incidencia se debió a un problema de acceso. «No significa que la web no funcionara, sino que los clientes no podían entrar a la plataforma», sostienen desde la entidad. Pese a ello, ING admite que fue un problema «grave» y cuyo alcance «se multiplicó por diez» después de que la información de que la plataforma se había colapsado animara a más usuarios a intentar entrar a la web, un hecho que empeoró la avería.
Sea como fuere, lo cierto es que este tipo de errores no son habituales. Jean Bernard Audureau, portavoz de la Asociación General de Consumidores (Asgeco) recuerda que en este tipo de entidades, centradas en un negocio fundamentalmente digital, este tipo de averías son «excepcionales» y que en general suelen ofrecer un «buen trato y servicio» a los consumidores. De hecho, según su opinión, la respuesta al colapso ha sido efectiva.
«El impacto fue limitidado y por el momento no hemos recibido reclamaciones al respecto, por lo que suponemos que no se produjo ningún cobro indebido», afirma Audureau. Durante varias horas, ING informó mediante sus redes sociales del fallo y respondió a las preguntas de los usuarios. EVO puso a disposición un número de teléfono. «Hay que asumir este tipo de errores con naturalidad» sostiene Domingo, quien también reclama una mejor «comunicación y transparencia» a estas entidades.
En plena reconversión de la banca hacia un servicio «online», dos entidades con vocación puramente digital han sufrido sendos colapsos en menos de una semana. Dos hechos puntuales que han reabierto el debate sobre la seguridad de los bancos virtuales. Una seguridad, que, según Víctor Domingo, «no existe al 100%».