Al momento de realizar compras en Internet, recurra a servicios de e-Commerce con reputación conocida con el fin de evitar ser estafado o convertirse en víctima de un robo de datos bancarios. Dado que en muchas ocasiones los cibercriminales utilizan técnicas de Ingeniería Social a través de correo para atraer a sus víctimas y así poder hurtar sus credenciales, se debe evitar hacer clic en los enlaces que se reciben por esta vía.
Cuando efectúe transacciones vía home-banking, utilice siempre la barra de direcciones para ingresar a la página oficial del banco. Evite hacer clic en los enlaces que le llegan por medio del correo electrónico afirmando provenir de su entidad bancaria. Muchas veces dichos links son enlaces maliciosos que lo redireccionan a una página de aspecto similar a la de su banco con el fin de robar el nombre de usuario y contraseña de su banca en línea. También resulta importante la utilización de un protocolo seguro como https para que el tráfico de datos entre el cliente y el servidor se realice de forma cifrada y evitar que terceros accedan a la información enviada.
En redes sociales y en servicios de mensajería instantánea, acepte sólo contactos conocidos. De este modo evitará que perfiles creados por los atacantes accedan a su información y lo expongan a diversas amenazas tales como malware, phishing, cyberbullying, entre otras. Recuerde también configurar las opciones de privacidad de modo tal que sus datos no sean accesibles de modo público.
Al conectarse a Internet desde una red Wi-Fi pública, asegúrese que la red posea una contraseña, de preferencia WPA o WPA II (Acceso Wi-Fi protegido). De todos modos, es importante también que el envío de datos se realice por medio de conexiones de protocolo seguro como https. También es recomendable utilizar una red privada virtual (VPN, del inglés Virtual Private Network) de modo que los datos circulen de manera cifrada y el atacante no pueda tener acceso a los mismos.
En el caso de los smartphones y las tablets, mantenga desactivadas las tecnologías de comunicación inalámbrica como bluetooth e infrarrojo y actívelas sólo en los casos necesarios durante el tiempo que se requieran, ya que a través de éstas es posible que usuarios malintencionados accedan al equipo. Es importante también ser cautelosos con la información que se almacena en el dispositivo móvil, ya que es frecuente que los usuarios descarguen sus correos o accedan a diferentes servicios ofrecidos en Internet que requieren el acceso de datos personales y sensibles desde los smartphones. A su vez resulta fundamental contar con una solución de seguridad que permita el bloqueo remoto del dispositivo en caso de que sea robado o perdido. Y por último, recuerde incluir una contraseña fuerte en su equipo.
Cuando efectúe transacciones vía home-banking, utilice siempre la barra de direcciones para ingresar a la página oficial del banco. Evite hacer clic en los enlaces que le llegan por medio del correo electrónico afirmando provenir de su entidad bancaria. Muchas veces dichos links son enlaces maliciosos que lo redireccionan a una página de aspecto similar a la de su banco con el fin de robar el nombre de usuario y contraseña de su banca en línea. También resulta importante la utilización de un protocolo seguro como https para que el tráfico de datos entre el cliente y el servidor se realice de forma cifrada y evitar que terceros accedan a la información enviada.
En redes sociales y en servicios de mensajería instantánea, acepte sólo contactos conocidos. De este modo evitará que perfiles creados por los atacantes accedan a su información y lo expongan a diversas amenazas tales como malware, phishing, cyberbullying, entre otras. Recuerde también configurar las opciones de privacidad de modo tal que sus datos no sean accesibles de modo público.
Al conectarse a Internet desde una red Wi-Fi pública, asegúrese que la red posea una contraseña, de preferencia WPA o WPA II (Acceso Wi-Fi protegido). De todos modos, es importante también que el envío de datos se realice por medio de conexiones de protocolo seguro como https. También es recomendable utilizar una red privada virtual (VPN, del inglés Virtual Private Network) de modo que los datos circulen de manera cifrada y el atacante no pueda tener acceso a los mismos.
En el caso de los smartphones y las tablets, mantenga desactivadas las tecnologías de comunicación inalámbrica como bluetooth e infrarrojo y actívelas sólo en los casos necesarios durante el tiempo que se requieran, ya que a través de éstas es posible que usuarios malintencionados accedan al equipo. Es importante también ser cautelosos con la información que se almacena en el dispositivo móvil, ya que es frecuente que los usuarios descarguen sus correos o accedan a diferentes servicios ofrecidos en Internet que requieren el acceso de datos personales y sensibles desde los smartphones. A su vez resulta fundamental contar con una solución de seguridad que permita el bloqueo remoto del dispositivo en caso de que sea robado o perdido. Y por último, recuerde incluir una contraseña fuerte en su equipo.