David Ballota Nación Red.- ¿Cómo es posible que la firma de un tratado de comercio haya conseguido, por primera vez en la historia, que toda Europa se manifieste al unísono para protestar contra la misma normativa?, se pregunta en un comunicado de prensa el Partido Pirata, que ha gestionado los permisos para la concentración madrileña.
Para empezar, explican los piratas españoles, el ACTA (pdf) es una colosal mentira a escala mundial. Hasta su nombre induce a equívocos: no se trata (o no se trata sólo) de un acuerdo contra la falsificación de marcas (lo cual estaría muy bien) sino fundamentalmente un tratado contra la distribución libre de software. Este nombre engañoso fue impuesto por sus promotores (el lobby de las grandes distribuidoras y productoras de contenidos digitales) para disimular ante la opinión pública de todo el mundo cuáles eran sus intenciones reales.
¿Cuáles son los peligros que entraña este tratado, las razones por las que toda Europa se levanta contra él?. El Partido Pirata se pregunta y responde:
Todo ello, sin informar a los ciudadanos ni, en la mayoría de los casos, a los parlamentos nacionales. En resumen, denuncian los piratas, lo que pretenden las productoras y distribuidoras es que, mediante la firma de este acuerdo, toda Europa se someta a sus designios, prescindiendo de las decisiones de los parlamentos de cada país europeo. Este tratado es un intento de ignorar la soberanía nacional de todos y cada uno de los países de Europa y sus ciudadanos, prosigue el comunicado pirata:
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Para empezar, explican los piratas españoles, el ACTA (pdf) es una colosal mentira a escala mundial. Hasta su nombre induce a equívocos: no se trata (o no se trata sólo) de un acuerdo contra la falsificación de marcas (lo cual estaría muy bien) sino fundamentalmente un tratado contra la distribución libre de software. Este nombre engañoso fue impuesto por sus promotores (el lobby de las grandes distribuidoras y productoras de contenidos digitales) para disimular ante la opinión pública de todo el mundo cuáles eran sus intenciones reales.
El proceso con el que se llevaron a cabo las negociaciones para sacar adelante el ACTA no fue menos siniestro y tortuoso: el acuerdo comenzó a negociarse en secreto en 2006 entre los EEUU, Japón, la Unión Europea y otros países. Sólo en mayo de 2008, gracias a una filtración en Wikileaks, comenzó a saberse qué se estaba negociando: un acuerdo internacional para proteger los intereses del lobby de las productoras y distribuidoras, a costa de los ciudadanos. Sólo tras numerosas protestas de parlamentarios europeos y de la opinión pública, se hizo público el texto provisional del acuerdo.
¿Cuáles son los peligros que entraña este tratado, las razones por las que toda Europa se levanta contra él?. El Partido Pirata se pregunta y responde:
ACTA promueve que los proveedores de acceso a Internet (Telefónica, Vodafone, etc.) se conviertan en espías de sus abonados. (art. 27.4, 23.4)
ACTA permite que las productoras y distribuidoras lleven a cabo la persecución extrajudicial de cualquier internauta que ellos señalen. (art. 27.3)
ACTA permite que se sancione con multas astronómicas calculadas por las propias industrias de contenidos a cualquier internauta que comparta archivos. (arts. 4, 9)
ACTA permite cerrar y multar a los usuarios no sólo de páginas de descargas, sino de blogs, foros, sitios P2P, etc (art. 27.2)
ACTA permitirá expulsar a los usuarios del acceso a Internet, un acceso al que la ONU y varios países ya consideran un derecho humano fundamental.
ACTA se autoriza a sí misma a modificar las leyes locales (entre otras cosas, creando un comité que puede reformar el texto del acuerdo firmado) (art. 36)
Todo ello, sin informar a los ciudadanos ni, en la mayoría de los casos, a los parlamentos nacionales. En resumen, denuncian los piratas, lo que pretenden las productoras y distribuidoras es que, mediante la firma de este acuerdo, toda Europa se someta a sus designios, prescindiendo de las decisiones de los parlamentos de cada país europeo. Este tratado es un intento de ignorar la soberanía nacional de todos y cada uno de los países de Europa y sus ciudadanos, prosigue el comunicado pirata:
España, junto a otros países europeos, ya ha firmado el ACTA sin informar jamás al Parlamento o a la ciudadanía. ¿Qué clase de democracia es ésta? ¿Es esta la transparencia que nos venden durante la campaña electoral, para ignorarla al día siguiente?
Todavía hay una oportunidad de detener la entrada en vigor del ACTA si entre todos impedimos que el parlamento Europeo ratifique el acuerdo en junio.
España tiene su propia versión, local y reducida, del ACTA: la infame ley Sinde, y su reglamento, aprobado por el Ministro Wert. Esta ley ya ha sido recurrida por la Asociación de Internautas ante el Tribunal Supremo, y demandamos de este Tribunal que se imponga la suspensión cautelar de la ley en tanto se resuelve el fondo del Asunto.
En todo el mundo hay una lucha abierta contra las libertades de los ciudadanos: contra la libertad de expresión, contra el derecho a la intimidad; contra el acceso a Internet; contra la neutralidad de la Red. Esta agresión está promovida por los representantes de las multinacionales de la industria del entretenimiento que pretenden mantener su caduco modelo de negocio a costa de los derechos de los ciudadanos. Contra el acceso libre a la Cultura. En este momento, el peligro más grave está representado por el ACTA.
Por estas razones el Partido Pirata español, PIRATA, llama a una convocatoria pacífica e informativa el día 11 de febrero a las 12:00 en la zona peatonal de la Pza. del Rey de Madrid (frente al Ministerio de Cultura) para reclamar que el Parlamento Europeo no ratifique el tratado ACTA, que el Parlamento Español derogue la Ley Sinde y su reglamento como normas lesivas para los derechos y libertades de todos los ciudadanos y para mostrar su confianza en que el Tribunal Supremo suspenderá cautelarmente la aplicación de dicha ley.
Se trata por tanto de una convocatoria pacífica por el derecho a la intimidad; por los derechos de los creadores; por el acceso libre a la cultura; por la neutralidad de Internet; por el derecho al acceso a la Red.
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