SUSANA GAVIÑA, PABLO MUÑOZ / MADRID /ABC .- La Guardia Civil comenzó las investigaciones sobre este asunto hace ya algunas semanas, cuando tuvo en su poder una serie de datos que apuntaban a que en la SDAE podrían haber cometido irregularidades en la gestión de sus fondos, como se sabe íntimamente relacionados con asuntos como la propiedad intelectual. Esos movimientos económicos poco claros, según esas primeras gestiones de los agentes, habrían beneficiado presuntamente a personas relacionadas con la Sociedad Digital de Autores de España, entidad que el pasado año recaudó un total de 365 millones de euros.
«Mucho trabajo por hacer»
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, a la vista de los datos que tenía sobre la mesa, decidió abrir diligencias. «Aún queda mucho trabajo por hacer, pero lo cierto es que ya se puede decir que las primeras investigaciones están aportando indicios sólidos de que se ha podido cometer un delito, cuyo monto económico es a día de hoy muy difícil de cuantificar pero que en cualquier caso es muy elevado».
En la actualidad, el trabajo de los expertos de la Guardia Civil encargados del caso se centra en el análisis de abundante información para analizar todos los flujos de dinero que se han producido en el seno de la SDAE, desde sus orígenes hasta su punto de destino. Asimismo, se estudia si se podría haber cometido un fraude contra la Hacienda Pública. En cualquier caso, se trata de unas pesquisas que, por su complejidad, requieren bastante tiempo hasta que puedan arrojar resultados concluyentes.
La Sociedad Digital de Autores y Editores nació a principios de 2000. A diferencia de la casa madre, la SGAE, sin ánimo de lucro, la SDAE fue creada como sociedad limitada, teniendo como único accionista a la entidad de gestión, que posee el cien por cien de las acciones. Su objetivo era el de crear los mecanismos necesarios para la inmersión total de la SGAE en la era digital.
En los primeros años, la sociedad alumbró numerosas iniciativas, como la web Portal Latino, uno de sus proyectos estrella en 2003 (cerró en 2010 para transformarse en Cradores.net). Los otros dos «escaparates tecnológicos», como los bautiza en su página de información, en 2003, alojada en la dirección de la SGAE, eran Web SGAE y la plataforma de gestión digital sDae: DRM. Por aquellas fechas también puso en marcha La Central Digital y Accine (www.accine.com), «sistema pionero en Europa para la explotación de contenidos audiovisuales en redes digitales a través de Internet mediante vídeo bajo demanda», presumía.
El proyecto Teseo
Pero el gran proyecto sin lugar a dudas de la SDAE fue Teseo, un ambicioso y costoso sistema para «mejorar de forma sostenible la rentabilidad de la organización, preparándola para mantener su posición preferente entre las organizaciones de gestión de derechos, y constituirse como una verdadera herramienta de negocio para sus socios» (es decir, recaudar mejor).
Sin embargo, el desarrollo de esta sociedad, en cuyo consejo de administración presidido durante los primeros años de su funcionamiento por Eduardo Bautista pero de la que actualmente parece estar desvinculado han estado sentados, entre otros, Bonaventura Pons, Marina Rossell y Salvador Távora, no ha sido todo lo idílico que esperaban sus responsables.
Denuncia en 2007
En 2007, fue duramente cuestionada en diversos medios de comunicación como presunta tapadera de un entramado de empresas con ánimo de lucro, que desembocaba después en la entidad de gestión. La Asociación de Internautas, que preside Víctor Domingo, fue más lejos y presentó, basándose en buena parte de estas informaciones, una denuncia ante la Fiscalia Anticorrupción, en la que afirmaba que la SGAE se lucraba económicamente de estas empresas dependientes de SDAE, entre las que mencionaba a Microgénesis, Portal Latino o Coqnet.
Posible cierre
Sin embargo, a día de hoy, la Sociedad Digital de Autores y Editores parece una empresa fantasma y resulta difícil encontrar sus datos oficiales. Según fuentes de la propia entidad, que han solicitado el anonimato, en la cúpula actual de SGAE se tiene la impresión de que «SDAE ha cumplido ya su función, con el proyecto Teseo, y ha llegado la hora del cierre». Las mismas fuentes afirman que será un «cierre por absorción», en el que la entidad asumirá el pasivo en créditos pendientes de pago por la SDAE, cuyo monto no es público. De confirmarse, el posible cierre coincide con la investigación de la Audiencia Nacional. Además, sería una muy mala noticia para Microgénesis, puesto que SGAE, es el más importante de sus clientes.
«Mucho trabajo por hacer»
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, a la vista de los datos que tenía sobre la mesa, decidió abrir diligencias. «Aún queda mucho trabajo por hacer, pero lo cierto es que ya se puede decir que las primeras investigaciones están aportando indicios sólidos de que se ha podido cometer un delito, cuyo monto económico es a día de hoy muy difícil de cuantificar pero que en cualquier caso es muy elevado».
En la actualidad, el trabajo de los expertos de la Guardia Civil encargados del caso se centra en el análisis de abundante información para analizar todos los flujos de dinero que se han producido en el seno de la SDAE, desde sus orígenes hasta su punto de destino. Asimismo, se estudia si se podría haber cometido un fraude contra la Hacienda Pública. En cualquier caso, se trata de unas pesquisas que, por su complejidad, requieren bastante tiempo hasta que puedan arrojar resultados concluyentes.
La Sociedad Digital de Autores y Editores nació a principios de 2000. A diferencia de la casa madre, la SGAE, sin ánimo de lucro, la SDAE fue creada como sociedad limitada, teniendo como único accionista a la entidad de gestión, que posee el cien por cien de las acciones. Su objetivo era el de crear los mecanismos necesarios para la inmersión total de la SGAE en la era digital.
En los primeros años, la sociedad alumbró numerosas iniciativas, como la web Portal Latino, uno de sus proyectos estrella en 2003 (cerró en 2010 para transformarse en Cradores.net). Los otros dos «escaparates tecnológicos», como los bautiza en su página de información, en 2003, alojada en la dirección de la SGAE, eran Web SGAE y la plataforma de gestión digital sDae: DRM. Por aquellas fechas también puso en marcha La Central Digital y Accine (www.accine.com), «sistema pionero en Europa para la explotación de contenidos audiovisuales en redes digitales a través de Internet mediante vídeo bajo demanda», presumía.
El proyecto Teseo
Pero el gran proyecto sin lugar a dudas de la SDAE fue Teseo, un ambicioso y costoso sistema para «mejorar de forma sostenible la rentabilidad de la organización, preparándola para mantener su posición preferente entre las organizaciones de gestión de derechos, y constituirse como una verdadera herramienta de negocio para sus socios» (es decir, recaudar mejor).
Sin embargo, el desarrollo de esta sociedad, en cuyo consejo de administración presidido durante los primeros años de su funcionamiento por Eduardo Bautista pero de la que actualmente parece estar desvinculado han estado sentados, entre otros, Bonaventura Pons, Marina Rossell y Salvador Távora, no ha sido todo lo idílico que esperaban sus responsables.
Denuncia en 2007
En 2007, fue duramente cuestionada en diversos medios de comunicación como presunta tapadera de un entramado de empresas con ánimo de lucro, que desembocaba después en la entidad de gestión. La Asociación de Internautas, que preside Víctor Domingo, fue más lejos y presentó, basándose en buena parte de estas informaciones, una denuncia ante la Fiscalia Anticorrupción, en la que afirmaba que la SGAE se lucraba económicamente de estas empresas dependientes de SDAE, entre las que mencionaba a Microgénesis, Portal Latino o Coqnet.
Posible cierre
Sin embargo, a día de hoy, la Sociedad Digital de Autores y Editores parece una empresa fantasma y resulta difícil encontrar sus datos oficiales. Según fuentes de la propia entidad, que han solicitado el anonimato, en la cúpula actual de SGAE se tiene la impresión de que «SDAE ha cumplido ya su función, con el proyecto Teseo, y ha llegado la hora del cierre». Las mismas fuentes afirman que será un «cierre por absorción», en el que la entidad asumirá el pasivo en créditos pendientes de pago por la SDAE, cuyo monto no es público. De confirmarse, el posible cierre coincide con la investigación de la Audiencia Nacional. Además, sería una muy mala noticia para Microgénesis, puesto que SGAE, es el más importante de sus clientes.