David Ballota - Nacion red
En un país que el General Riego sentenció con aquello de "ser español es temblar", siempre se escribe la epopeya excepcional del ciudadano que se planta frente al poder y sus abusos. El rebelde que no quiere ser santo inocente y le cierra el camino al señorito. Ana María Méndez pertenece ya a esa minoritaria nómina de valientes que se han enfretado al endémico caciquismo que lastra gravemente el desarrollo y modernización de España perjudicando y mutilando lo mejor de su sociedad civil: los emprendedores, los autónomos, las PYMES frente a los privilegios de los poderosos.
Hay que recordar esta historia desde junio de 2004 cuando la SGAE reclamó a Ana María 48.000 euros en concepto del canon sobre los CD y DVD vírgenes y ella se negó a pagar. Entonces la SGAE la demandó y en marzo de 2006 un juez sobreseyó la causa. Una semana después la entidad volvía a reclamar judicialmente, por otra vía, el pago de la compensación por copia privada por los CD, DVD y reproductores MP3 que había comercializado entre septiembre de 2002 y septiembre de 2004.Su empresa, Padawan, alegó que la aplicación indiscriminada del canon "sin distinguir la finalidad a la que van destinados" los productos contradecía la directiva europea. El juzgado de primera instancia dio la razón a la SGAE, pero la tienda recurrió y la Audiencia de Barcelona, antes de dictar su resolución a las partes, planteó la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En el año 2007 el Juzgado Mercantil de Barcelona condenó a Traxtore a pagar la totalidad del dinero reclamado por SGAE, el juez estimó íntegramente la demanda y no aceptó su oposición por resultarle "de farragosa lectura". Ojo al dato. Traxtore entonces acudió a la Audiencia Provincial de Barcelona que si leyó el recurso planteado y elevó el caso al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Europea.
SGAE en ese momento pidió el embargo provisional hasta que se resolviera el asunto. Traxtore consignó bienes (material) por el valor reclamado que SGAE en ningún momento quiso recoger, apresurándose a embargar solo el dinero disponible.
Ahora, tres años después, habiendo recibido la sentencia de la Audiencia Provincial que desestima la demanda de SGAE condenándoles a costas en primera instancia, quieren celebrar esta victoria con todos los que les han acompañado y apoyado durante estos seis largos años de lucha. Allí estará su magnífico abogado, el ciudadano Josep Jover.
Ana María Méndez te espera este sábado en Traxtore para brindar por la victoria. "Ellos siguen persiguiendo a la liebre que no podrán alcanzar. Su hora pasó. Quedan sus últimos coletazos"
En un país que el General Riego sentenció con aquello de "ser español es temblar", siempre se escribe la epopeya excepcional del ciudadano que se planta frente al poder y sus abusos. El rebelde que no quiere ser santo inocente y le cierra el camino al señorito. Ana María Méndez pertenece ya a esa minoritaria nómina de valientes que se han enfretado al endémico caciquismo que lastra gravemente el desarrollo y modernización de España perjudicando y mutilando lo mejor de su sociedad civil: los emprendedores, los autónomos, las PYMES frente a los privilegios de los poderosos.
Hay que recordar esta historia desde junio de 2004 cuando la SGAE reclamó a Ana María 48.000 euros en concepto del canon sobre los CD y DVD vírgenes y ella se negó a pagar. Entonces la SGAE la demandó y en marzo de 2006 un juez sobreseyó la causa. Una semana después la entidad volvía a reclamar judicialmente, por otra vía, el pago de la compensación por copia privada por los CD, DVD y reproductores MP3 que había comercializado entre septiembre de 2002 y septiembre de 2004.Su empresa, Padawan, alegó que la aplicación indiscriminada del canon "sin distinguir la finalidad a la que van destinados" los productos contradecía la directiva europea. El juzgado de primera instancia dio la razón a la SGAE, pero la tienda recurrió y la Audiencia de Barcelona, antes de dictar su resolución a las partes, planteó la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En el año 2007 el Juzgado Mercantil de Barcelona condenó a Traxtore a pagar la totalidad del dinero reclamado por SGAE, el juez estimó íntegramente la demanda y no aceptó su oposición por resultarle "de farragosa lectura". Ojo al dato. Traxtore entonces acudió a la Audiencia Provincial de Barcelona que si leyó el recurso planteado y elevó el caso al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Europea.
SGAE en ese momento pidió el embargo provisional hasta que se resolviera el asunto. Traxtore consignó bienes (material) por el valor reclamado que SGAE en ningún momento quiso recoger, apresurándose a embargar solo el dinero disponible.
Ahora, tres años después, habiendo recibido la sentencia de la Audiencia Provincial que desestima la demanda de SGAE condenándoles a costas en primera instancia, quieren celebrar esta victoria con todos los que les han acompañado y apoyado durante estos seis largos años de lucha. Allí estará su magnífico abogado, el ciudadano Josep Jover.
Ana María Méndez te espera este sábado en Traxtore para brindar por la victoria. "Ellos siguen persiguiendo a la liebre que no podrán alcanzar. Su hora pasó. Quedan sus últimos coletazos"