Además del convocante asistieron Eduardo Campoy (Academia de Cine) y Pedro Pérez (FAPAE), Juan Carlos Tous (filmin.es) y Nicolás Alcalá (El Cosmonauta), los abogados David Bravo, David Maeztu y Josep Jover, y cuatro profesionales de Internet como Francisco George (Partido Pirata), Ramón Puchades (Social Media Director), Mercedes Hortelano (Reddeideas.org) y Julio Alonso (Weblogs), además tuve la constante e impagable asistencia exterior de Ofelia Tejerina (Defensor del Internauta).
Sobre las más de tres horas de reunión no voy a extenderme, la reunión fue twiteada desde los dos lados de la mesa y el seguimiento fue prácticamente online y algunos de los asistentes: Mercedes Hortelano , Julio Alonso y David Maeztu ya han dejado excelentes testimonios en la Red.
Álex de la Iglesia quería escucharnos y escuchó los motivos de nuestro rechazo a la tumbada Ley Sinde y no solo eso, también por qué pensamos de forma unánime que la Ley Sinde -ni maquillada ni edulcorada-, no resuelve el problema que el Gobierno nos cuenta pretende solucionar, lo gravaría a más a más y nos sumergiría en un nuevo follón jurídico legal, como ya ha sucedido con el malogrado canon digital, y que bajo nuestro punto de vista, de salir adelante, solo podría acabar en el Tribunal Constitucional.
Razonado el motivo de nuestra beligerancia contra la Ley Sinde, que además ningunea los trabajos y las conclusiones de la Comisión sobre Propiedad Intelectual del Congreso de los Diputados y que fuera de ese contexto no se entiende la cerrazón del Gobierno por desligar la Ley de la formalidad parlamentaria.
A partir de este punto y siempre gravitando sobre él, la reunión se convirtió en un torrente de ideas y de necesidad de intercambiar experiencias entre todos los asistentes que llevamos años con necesidad de compartirlas mirando al interlocutor a la cara. Desde el daño que está haciendo la imposición del canon digital para el debate que pretendemos, los nuevos modelos de negocio, incluso, basados en el intercambio de archivos o el streaming, el papel de los intermediarios en este nuevo proceso, la falta de contenidos, la agilización los procesos judiciales y la especialización de los juzgados en materia de Sociedad de la Información.
Ahí estuvo la clave del éxito de la reunión, también en un deseo común de continuidad. Pudimos hablar, podemos entendernos. De hecho nos entendimos y para tod@s fue una sensación muy satisfactoria porque rompimos con un muro de incomprensión cuyos adoquines hemos puesto entre todos.
Por eso cuando oí por la noche el corte de Alex en la Ser en el que afirmaba que "Creadores contra internautas, ¿qué mentira es esa?", confirmé que aquella mañana no perdimos el tiempo.
La reunión de ayer no fue decisoria, no hubo pactos, ni negociaciones, hubo tres horas de diálogo y entendimiento, y ahí radica su éxito, creo que logramos transmitir con claridad y hacer comprender que entre el gratis total y la imposición del canon digital no cabe la Ley Sinde y a todos nos cabe la esperanza de que esa idea prospere para que el entendimiento deje de ser noticia.
A pesar de que el presidente del Gobierno, a la misma hora, se siguiera empeñando en un inexplicable interés por reanimar en el Senado una Ley que tuvo que dejar enterrada en el Congreso donde felizmente falleció el pasado 21 de diciembre.
El año que viene sabremos si ayer el presidente del Gobierno, no vio el telediario o solo intentó huir hacia delante.
Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas.
Sobre las más de tres horas de reunión no voy a extenderme, la reunión fue twiteada desde los dos lados de la mesa y el seguimiento fue prácticamente online y algunos de los asistentes: Mercedes Hortelano , Julio Alonso y David Maeztu ya han dejado excelentes testimonios en la Red.
Álex de la Iglesia quería escucharnos y escuchó los motivos de nuestro rechazo a la tumbada Ley Sinde y no solo eso, también por qué pensamos de forma unánime que la Ley Sinde -ni maquillada ni edulcorada-, no resuelve el problema que el Gobierno nos cuenta pretende solucionar, lo gravaría a más a más y nos sumergiría en un nuevo follón jurídico legal, como ya ha sucedido con el malogrado canon digital, y que bajo nuestro punto de vista, de salir adelante, solo podría acabar en el Tribunal Constitucional.
Razonado el motivo de nuestra beligerancia contra la Ley Sinde, que además ningunea los trabajos y las conclusiones de la Comisión sobre Propiedad Intelectual del Congreso de los Diputados y que fuera de ese contexto no se entiende la cerrazón del Gobierno por desligar la Ley de la formalidad parlamentaria.
A partir de este punto y siempre gravitando sobre él, la reunión se convirtió en un torrente de ideas y de necesidad de intercambiar experiencias entre todos los asistentes que llevamos años con necesidad de compartirlas mirando al interlocutor a la cara. Desde el daño que está haciendo la imposición del canon digital para el debate que pretendemos, los nuevos modelos de negocio, incluso, basados en el intercambio de archivos o el streaming, el papel de los intermediarios en este nuevo proceso, la falta de contenidos, la agilización los procesos judiciales y la especialización de los juzgados en materia de Sociedad de la Información.
Ahí estuvo la clave del éxito de la reunión, también en un deseo común de continuidad. Pudimos hablar, podemos entendernos. De hecho nos entendimos y para tod@s fue una sensación muy satisfactoria porque rompimos con un muro de incomprensión cuyos adoquines hemos puesto entre todos.
Por eso cuando oí por la noche el corte de Alex en la Ser en el que afirmaba que "Creadores contra internautas, ¿qué mentira es esa?", confirmé que aquella mañana no perdimos el tiempo.
La reunión de ayer no fue decisoria, no hubo pactos, ni negociaciones, hubo tres horas de diálogo y entendimiento, y ahí radica su éxito, creo que logramos transmitir con claridad y hacer comprender que entre el gratis total y la imposición del canon digital no cabe la Ley Sinde y a todos nos cabe la esperanza de que esa idea prospere para que el entendimiento deje de ser noticia.
A pesar de que el presidente del Gobierno, a la misma hora, se siguiera empeñando en un inexplicable interés por reanimar en el Senado una Ley que tuvo que dejar enterrada en el Congreso donde felizmente falleció el pasado 21 de diciembre.
El año que viene sabremos si ayer el presidente del Gobierno, no vio el telediario o solo intentó huir hacia delante.
Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas.
