Por poner un ejemplo, nadie pondría de ministro del Interior a una persona que hubiera declarado en repetidas ocasiones que los inmigrantes son una lacra social que hay que eliminar y perseguir con toda la fuerza de la ley, poniendo leyes nuevas si es preciso, y que todos los negros, chinos y latinos son unos ladrones. Ningún Gobierno de izquierdas, al menos -me olvidaba de Sarkozy, disculpen-.
González-Sinde es una señora que ha demostrado en numerosas ocasiones que no comprende Internet («¿para qué necesitamos ADSL a nosecuántos gigas?»); que está clarísimamente a favor de un bando en el delicado tema del P2P («el que descarga una película es un ladrón»); que cree que el canon es insuficiente («son solo unos céntimos y no compensa la piratería»); y que tira de victimismo en el cine nacional («hay que limitar la invasión de Hollywood»). A todos los efectos es lo mismo que nombrar a un talibán ministro de Igualdad. Sus ideas retrógradas, su cerrazón y su falta de visión de la jugada la convierten en el elemento más débil del nuevo Gobierno, y por el que Zapatero recibirá más bofetadas.
Intuyo que la jugada consiste en desviar la atención de la economía hacia temas más prosaicos, pero de esta forma el Gobierno se está poniendo en contra a los jóvenes -quienes forman una buena parte de su electorado-. No en vano el grupo de Facebook «Sinde, pírate» tenía ya antes de su investidura más de 25.000 miembros. 25.001 con el arriba firmante.
Tribuna de Juan Gómez Jurado en La Voz de Galicia
González-Sinde es una señora que ha demostrado en numerosas ocasiones que no comprende Internet («¿para qué necesitamos ADSL a nosecuántos gigas?»); que está clarísimamente a favor de un bando en el delicado tema del P2P («el que descarga una película es un ladrón»); que cree que el canon es insuficiente («son solo unos céntimos y no compensa la piratería»); y que tira de victimismo en el cine nacional («hay que limitar la invasión de Hollywood»). A todos los efectos es lo mismo que nombrar a un talibán ministro de Igualdad. Sus ideas retrógradas, su cerrazón y su falta de visión de la jugada la convierten en el elemento más débil del nuevo Gobierno, y por el que Zapatero recibirá más bofetadas.
Intuyo que la jugada consiste en desviar la atención de la economía hacia temas más prosaicos, pero de esta forma el Gobierno se está poniendo en contra a los jóvenes -quienes forman una buena parte de su electorado-. No en vano el grupo de Facebook «Sinde, pírate» tenía ya antes de su investidura más de 25.000 miembros. 25.001 con el arriba firmante.
Tribuna de Juan Gómez Jurado en La Voz de Galicia