Alberto Mendoza - El confidencial - La original prueba que Prieto aportó a la justicia es una 'canción topo', creada y ejecutada únicamente por él, declarada en la SGAE, y por la que, asegura, no ha cobrado nunca nada, pese a interpretarla durante años en múltiples actuaciones. En cada concierto, los artistas deben presentar una lista con los temas que van a tocar, y la empresa que acoge el espectáculo paga una cantidad a la SGAE, basada en el aforo, que luego ha de repartirse entre los titulares de los derechos de las obras que allí se interpretan.
Otros métodos empleados por la SGAE para controlar el uso de estos derechos son un muestreo estadístico para conocer qué se emite por las radios y televisiones, e incluso el envío de detectives a bodas y comercios donde pueda sonar la radio o un reproductor de música. Sin embargo, socios como Prieto o Cobo dudan de la eficacia de este muestreo y del reparto posterior del dinero recaudado. Cobo relató que pudo reclamar los derechos de una canción suya, emitida en Canal Sur, gracias a que su madre estaba viendo la televisión en ese momento, porque la SGAE no se había percatado.
El problema no es solo económico, sino que afecta al gobierno de la sociedad de autores y editores, pues el derecho de voto depende también del dinero recaudado. Los autores modestos denuncian que de los 66.000 socios que conforman la SGAE, solo 7.691 pudieron votar en las últimas elecciones. La razón es que para participar en los comicios hay que haber generado previamente una cantidad mínima de derechos de autor. Así, para que un músico adquiera un voto temporal, su obra debe haber generado, en el último año, entre 763 y 1.527 euros por reproducción y distribución pública. Y para lograr un voto permanente, necesitará haber obtenido, en los últimos cinco años, 22.908 euros.
De esta forma, los socios más conocidos y los editores de las grandes compañías acumulan miles de votos, mientras que la mayoría de creadores no puede ni votar, ni ser candidatos, ni participar en las asambleas anuales de la SGAE. "Hay socios que llevan 30 años y no pueden expresarse porque no venden los suficiente", afirmó Cobo, quien posee diez votos temporales y cinco permanentes.
Cobo y Prieto fueron los candidatos de la oposición en las elecciones a la junta directiva de la entidad del pasado 28 de junio. No resultaron elegidos, pero antes de la jornada electoral trataron de impugnar los comicios al advertir irregularidades. La reclamación no salió adelante, y triunfó la lista oficialista, de la que forman parte artistas como Caco Senante, Teo Cardalda o Jorge Dréxler.
Recientemente, la SGAE ha multado a Cobo con tres mil euros y a Prieto con otros mils por considerar que faltaron el respeto a la entidad en la última Asamblea, en la que se opusieron a la aprobación de las cuentas de la sociedad. Además, acusa a Prieto de una reiterada "actitud obstruccionista".
Malestar social
Para estos socios, las sanciones disciplinarias, decididas en un comité del que forma parte el conocido cantante Ramoncín, son una vía para acallar el malestar en el interior de la sociedad. "La gente no se atreve a hablar en la Asamblea", señaló Cobo. "Hay malestar en los socios, pero están asustados. Como yo debe haber miles a los que no están pagando lo que les corresponde", afirmó Prieto.
La preocupación por la gestión de la SGAE y la recaudación del canon digital (que grava los soportes que pueden almacenar o reproducir música, fotos o películas) también va calando entre los ciudadanos. Incluso en la página web electoral del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, La Mirada Positiva, en la que se los internautas dejan preguntas para que el candidato socialista las responda, destacan tres cuestiones entre las más votadas que versan sobre la situación de la SGAE, el canon y el software libre.
Además, el Partido Popular votó recientemente en el Senado en contra de la aplicación de este canon, lo que supuso un triunfo para las asociaciones de internautas que rechazan la tasa. Nuevas Generaciones también se manifestó en contra del canon, y queda por ver si el PSOE se atreverá a defenderlo en solitario de cara a las próximas elecciones.
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Otros métodos empleados por la SGAE para controlar el uso de estos derechos son un muestreo estadístico para conocer qué se emite por las radios y televisiones, e incluso el envío de detectives a bodas y comercios donde pueda sonar la radio o un reproductor de música. Sin embargo, socios como Prieto o Cobo dudan de la eficacia de este muestreo y del reparto posterior del dinero recaudado. Cobo relató que pudo reclamar los derechos de una canción suya, emitida en Canal Sur, gracias a que su madre estaba viendo la televisión en ese momento, porque la SGAE no se había percatado.
El problema no es solo económico, sino que afecta al gobierno de la sociedad de autores y editores, pues el derecho de voto depende también del dinero recaudado. Los autores modestos denuncian que de los 66.000 socios que conforman la SGAE, solo 7.691 pudieron votar en las últimas elecciones. La razón es que para participar en los comicios hay que haber generado previamente una cantidad mínima de derechos de autor. Así, para que un músico adquiera un voto temporal, su obra debe haber generado, en el último año, entre 763 y 1.527 euros por reproducción y distribución pública. Y para lograr un voto permanente, necesitará haber obtenido, en los últimos cinco años, 22.908 euros.
De esta forma, los socios más conocidos y los editores de las grandes compañías acumulan miles de votos, mientras que la mayoría de creadores no puede ni votar, ni ser candidatos, ni participar en las asambleas anuales de la SGAE. "Hay socios que llevan 30 años y no pueden expresarse porque no venden los suficiente", afirmó Cobo, quien posee diez votos temporales y cinco permanentes.
Cobo y Prieto fueron los candidatos de la oposición en las elecciones a la junta directiva de la entidad del pasado 28 de junio. No resultaron elegidos, pero antes de la jornada electoral trataron de impugnar los comicios al advertir irregularidades. La reclamación no salió adelante, y triunfó la lista oficialista, de la que forman parte artistas como Caco Senante, Teo Cardalda o Jorge Dréxler.
Recientemente, la SGAE ha multado a Cobo con tres mil euros y a Prieto con otros mils por considerar que faltaron el respeto a la entidad en la última Asamblea, en la que se opusieron a la aprobación de las cuentas de la sociedad. Además, acusa a Prieto de una reiterada "actitud obstruccionista".
Malestar social
Para estos socios, las sanciones disciplinarias, decididas en un comité del que forma parte el conocido cantante Ramoncín, son una vía para acallar el malestar en el interior de la sociedad. "La gente no se atreve a hablar en la Asamblea", señaló Cobo. "Hay malestar en los socios, pero están asustados. Como yo debe haber miles a los que no están pagando lo que les corresponde", afirmó Prieto.
La preocupación por la gestión de la SGAE y la recaudación del canon digital (que grava los soportes que pueden almacenar o reproducir música, fotos o películas) también va calando entre los ciudadanos. Incluso en la página web electoral del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, La Mirada Positiva, en la que se los internautas dejan preguntas para que el candidato socialista las responda, destacan tres cuestiones entre las más votadas que versan sobre la situación de la SGAE, el canon y el software libre.
Además, el Partido Popular votó recientemente en el Senado en contra de la aplicación de este canon, lo que supuso un triunfo para las asociaciones de internautas que rechazan la tasa. Nuevas Generaciones también se manifestó en contra del canon, y queda por ver si el PSOE se atreverá a defenderlo en solitario de cara a las próximas elecciones.
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