Pero la SGAE no se rinde. El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, ya ha recibido varios toques. Y es que para los chicos de Teddy Bautista, tan influyentes en el Gobierno Zapatero, tan progresistas, como ellos mismos se autodenominan en sus cartas, la presencia de Comisiones Obreras en la plataforma contra el nuevo impuesto acida toda su campaña. Porque, aunque gracias a la lucha contra la piratería, SGAE, Cedro, AFIVE, Dama y otros intermediarios se han convertido en verdaderas potencias financieras, rebosantes de liquidez, se consideran a sí mismos progresistas de izquierda, que luchan contra las pérfidas multinacionales
aunque a quienes sangran es a los particulares, que son los que pagan el impuesto. Un ejemplo: Telefónica ya ha advertido al Gobierno que, como es lógico, si se graba la banda ancha con un nuevo impuesto lo repercutirán en el precio de la banda ancha. Esto es lo que ha provocado la pugna entre la ministra de Cultura, Carmen Calvo -que hace lo que le dice la SGAE- y su colega de Industria, José Montilla, empeñado en desarrollar Internet en España.
Por otra parte, resulta curioso que los suprimibles intermediarios de la propiedad intelectual se presenten como gente de izquierda y acusen a Comisiones Obreras de seguir los dictados de los empresarios, cuando ellos han creando no sólo lucrativos lobbies de poder sino que viven de las esencias ideológicas del despacho de abogados Uría y Menéndez, uno de los grandes soportes jurídicos de las grandes corporaciones, a cuya derecha sólo la pared..
Naturalmente, la campaña de presión contra Comisiones Obreras esconde la gran mentira siempre ocultada por la SGAE: los cánones e impuestos de los que se alimentan estos intermediarios, presuntos luchadores contra la piratería intelectual, es absolutamente arbitrario: se cobra a particulares o a medios informativos que reproducen por ejemplo video-clips, un fijo independientemente de la propiedad intelectual que hayan conseguido o de los creadores a los que represente la SGAE de turno. En teoría, es un impuesto finalista; en la práctica, funciona como un impuesto revolucionario.
Por lo demás, la plataforma Todos contra el Canon no fomenta la piratería. Lo que pretende es que todo aquel que se baje una película o disco por Internet pague al poseedor de derechos o se atenga a la correspondiente sanción legal, no que un intermediario recaude un dinero pagado por morosos y honrados a partes iguales. El canon es una medida mucho más fácil de aplicar y mucho más injusto.
Reproducido de Hispanidad.com
Ciudadanos, profesionales, asociaciones empresariales , sindicatos y consumidores reclaman mayor transparencia, y reafirman su postura unitaria en contra de nuevas imposiciones Se pone en marcha la plataforma: todoscontraelcanon.es
Por otra parte, resulta curioso que los suprimibles intermediarios de la propiedad intelectual se presenten como gente de izquierda y acusen a Comisiones Obreras de seguir los dictados de los empresarios, cuando ellos han creando no sólo lucrativos lobbies de poder sino que viven de las esencias ideológicas del despacho de abogados Uría y Menéndez, uno de los grandes soportes jurídicos de las grandes corporaciones, a cuya derecha sólo la pared..
Naturalmente, la campaña de presión contra Comisiones Obreras esconde la gran mentira siempre ocultada por la SGAE: los cánones e impuestos de los que se alimentan estos intermediarios, presuntos luchadores contra la piratería intelectual, es absolutamente arbitrario: se cobra a particulares o a medios informativos que reproducen por ejemplo video-clips, un fijo independientemente de la propiedad intelectual que hayan conseguido o de los creadores a los que represente la SGAE de turno. En teoría, es un impuesto finalista; en la práctica, funciona como un impuesto revolucionario.
Por lo demás, la plataforma Todos contra el Canon no fomenta la piratería. Lo que pretende es que todo aquel que se baje una película o disco por Internet pague al poseedor de derechos o se atenga a la correspondiente sanción legal, no que un intermediario recaude un dinero pagado por morosos y honrados a partes iguales. El canon es una medida mucho más fácil de aplicar y mucho más injusto.
Reproducido de Hispanidad.com
Ciudadanos, profesionales, asociaciones empresariales , sindicatos y consumidores reclaman mayor transparencia, y reafirman su postura unitaria en contra de nuevas imposiciones Se pone en marcha la plataforma: todoscontraelcanon.es