Beatriz Muñoz / La Razón . Madrid- Ya no son sólo los ordenadores. Los virus informáticos también se están apoderando de los teléfonos móviles. Después de hacerlo en otros países, comienzan a mostrar su efectos en España. Los primeros en padecerlo han sido tres usuarios catalanes. Pero los mundiales de atletismo que la semana pasada se celebraron en Helsinki también fueron golpeados por esta nueva amenaza tecnológica. Los espectadores, que ya tuvieron que luchar con la lluvia y el viento, se enfrentan ahora a «Cabir» uno de los primeros programas de este tipo, detectado ya en 20 países, y a los que parece haberse unido España.
El estadio olímpico de Helsinki ciudad en la que tiene su sede el mayor fabricante de móviles del mundo, Nokia, ha sido el caldo de cultivo en el que estos días se ha reproducido el virus informático que afecta a móviles. El número de afectados puede ser sólo de unas docenas de terminales, pero la cifra no deja de ser importante. Según portavoces de la operadora TeliaSonera, el código dañino se ha extendido en «un corto periodo de tiempo y un sólo lugar, lo que supone un número enorme».
«Cabir» se detectó por primera vez en junio del año pasado. Aprovecha la conexión «Bluetooth» que incorporan los teléfonos de última generación para expandirse. Esto hace que se limite su capacidad de propagación a los terminales que se encuentran a una distancia máxima de 10 metros. Pero en un espacio donde la gente se encuentra tan apretada como en un estadio, esto no parece un obstáculo.
El dueño del teléfono móvil afectado recibe por esta vía un mensaje en el que se le pide que descargue un «programa», al igual que a la víctima de Barcelona. Si lo hace y lo instala, resultará infectado. El virus se dedicará entonces a reenviarse a otros móviles hasta agotar la batería del aparato infectado.
Uno de los primeros afectados españoles ha sido un abogado que señaló que el fin de semana del pasado 7 de agosto, detectó que su móvil mandaba automáticamente a todos sus contactos extraños mensajes que él mismo no fue capaz de detener.
Este incidente se inició, según el propietario del aparato, después de ver un mensaje mientras estaba en una discoteca. Según declaró a Efe, el sábado recibió dos mensajes en el móvil de un tal «Tomi», el primero de los cuales rechazó, «pero el segundo lo acepté, y al hacerlo se descargó un programa que quedó instalado en el teléfono», explicó.
Asimismo, añadió que pasadas unas horas quiso localizar al remitente y al programa que se había instalado en el terminal, pero «al comprobar que el móvil funcionaba correctamente, no le di más importancia a este suceso». Sin embargo, el7 de agosto por la mañana, comprobó que su móvil, un Nokia 3650 que pertenecía a una conocida compañía, enviaba continuamente mensajes multimedia a los números de su agenda. Hecho que confirmó al recibir las llamadas de sus contactos, que preguntaban por los mensajes extraños que recibían de su móvil, y en los que sólo se pudo llegar a leer las palabras «Matrix 3D remove».
Denuncia de los hechos.
Ante esta situación, el afectado llamó a la compañía para denunciar los hechos, y desde la operadora le contestaron que el caso era imposible, al igual que en los dos días posteriores, en los cuales decidió personarse en una tienda de la compañía para demandar ayuda.
El usuario explicó que en el establecimiento no sabían nada de este virus. No obstante, la persona que le atendió decidió llamar a otra tienda para ver si conocían algún caso parecido, y descubrieron que a otras dos personas de Tarrassa (Barcelona), les había ocurrido lo mismo. Al comprobar estos otros casos, el establecimiento contactó con la operadora, y se les dio como solución que desactivaran el GPRS sistema que permite recibir contenidos multimedia, y la tecnología inalámbrica del «Bluetooth» mecanismo inalámbrico de comunicación entre móviles a corta distancia del móvil.
Asimismo, se le pidió al usuario que «limpiara» el terminal a través de un programa de Nokia que se descarga por internet. Ante las sucesivas «vueltas» que dio el afectado, sin llegar a un punto claro, presentó un queja en el servicio de atención al usuario de la compañía, que en 72 horas se comprometió a contestar si la operadora le cobraba el servicio de los mensajes, cuyo importe se desconoce, y el coste le supondría la eliminación del virus en el móvil.
Según manifestó, también tiene previsto presentar otra denuncia en la Policía y en la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña. Un portavoz de la compañía reconoció a Efe que detectaron este «incidente» en algunos modelos de terminal que para navegar por internet a través del móvil utilizan el sistema operativo Symbian y, por lo tanto, el virus podría haber entrado si se descargan logos o sintonías. La misma fuente añadió que «el problema es de los terminales y no de las operadoras». La compañía señaló también la existencia de otro virus de móvil que se ha detectado en otros países de Europa, pero que todavía no ha llegado a España, y que ataca a la batería, inutilizando el teléfono.
Por otro lado, la Asociación de Internautas (AI) denunció la existencia de un web falso para recargar los teléfonos móviles a través de Internet como ocurre en www.estafas-express.com. La AI advierte de que en este web se solicita el número de tarjeta, el titular de la cuenta bancaria, DNI, nombre del banco, fecha de caducidad, PIN y clave de operaciones.
Una vez entregados los datos, cuando se le da a enviar aparece un mensaje de «Error, sentimos comunicarle que nuestro servicio de recargas está temporalmente desactivado, inténtelo más tarde». Para hacer frente a estos «timos online», se conseja a los navegantes de Internet que nunca faciliten sus claves bancarias para evitar posibles estafas.
El estadio olímpico de Helsinki ciudad en la que tiene su sede el mayor fabricante de móviles del mundo, Nokia, ha sido el caldo de cultivo en el que estos días se ha reproducido el virus informático que afecta a móviles. El número de afectados puede ser sólo de unas docenas de terminales, pero la cifra no deja de ser importante. Según portavoces de la operadora TeliaSonera, el código dañino se ha extendido en «un corto periodo de tiempo y un sólo lugar, lo que supone un número enorme».
«Cabir» se detectó por primera vez en junio del año pasado. Aprovecha la conexión «Bluetooth» que incorporan los teléfonos de última generación para expandirse. Esto hace que se limite su capacidad de propagación a los terminales que se encuentran a una distancia máxima de 10 metros. Pero en un espacio donde la gente se encuentra tan apretada como en un estadio, esto no parece un obstáculo.
El dueño del teléfono móvil afectado recibe por esta vía un mensaje en el que se le pide que descargue un «programa», al igual que a la víctima de Barcelona. Si lo hace y lo instala, resultará infectado. El virus se dedicará entonces a reenviarse a otros móviles hasta agotar la batería del aparato infectado.
Uno de los primeros afectados españoles ha sido un abogado que señaló que el fin de semana del pasado 7 de agosto, detectó que su móvil mandaba automáticamente a todos sus contactos extraños mensajes que él mismo no fue capaz de detener.
Este incidente se inició, según el propietario del aparato, después de ver un mensaje mientras estaba en una discoteca. Según declaró a Efe, el sábado recibió dos mensajes en el móvil de un tal «Tomi», el primero de los cuales rechazó, «pero el segundo lo acepté, y al hacerlo se descargó un programa que quedó instalado en el teléfono», explicó.
Asimismo, añadió que pasadas unas horas quiso localizar al remitente y al programa que se había instalado en el terminal, pero «al comprobar que el móvil funcionaba correctamente, no le di más importancia a este suceso». Sin embargo, el7 de agosto por la mañana, comprobó que su móvil, un Nokia 3650 que pertenecía a una conocida compañía, enviaba continuamente mensajes multimedia a los números de su agenda. Hecho que confirmó al recibir las llamadas de sus contactos, que preguntaban por los mensajes extraños que recibían de su móvil, y en los que sólo se pudo llegar a leer las palabras «Matrix 3D remove».
Denuncia de los hechos.
Ante esta situación, el afectado llamó a la compañía para denunciar los hechos, y desde la operadora le contestaron que el caso era imposible, al igual que en los dos días posteriores, en los cuales decidió personarse en una tienda de la compañía para demandar ayuda.
El usuario explicó que en el establecimiento no sabían nada de este virus. No obstante, la persona que le atendió decidió llamar a otra tienda para ver si conocían algún caso parecido, y descubrieron que a otras dos personas de Tarrassa (Barcelona), les había ocurrido lo mismo. Al comprobar estos otros casos, el establecimiento contactó con la operadora, y se les dio como solución que desactivaran el GPRS sistema que permite recibir contenidos multimedia, y la tecnología inalámbrica del «Bluetooth» mecanismo inalámbrico de comunicación entre móviles a corta distancia del móvil.
Asimismo, se le pidió al usuario que «limpiara» el terminal a través de un programa de Nokia que se descarga por internet. Ante las sucesivas «vueltas» que dio el afectado, sin llegar a un punto claro, presentó un queja en el servicio de atención al usuario de la compañía, que en 72 horas se comprometió a contestar si la operadora le cobraba el servicio de los mensajes, cuyo importe se desconoce, y el coste le supondría la eliminación del virus en el móvil.
Según manifestó, también tiene previsto presentar otra denuncia en la Policía y en la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña. Un portavoz de la compañía reconoció a Efe que detectaron este «incidente» en algunos modelos de terminal que para navegar por internet a través del móvil utilizan el sistema operativo Symbian y, por lo tanto, el virus podría haber entrado si se descargan logos o sintonías. La misma fuente añadió que «el problema es de los terminales y no de las operadoras». La compañía señaló también la existencia de otro virus de móvil que se ha detectado en otros países de Europa, pero que todavía no ha llegado a España, y que ataca a la batería, inutilizando el teléfono.
Por otro lado, la Asociación de Internautas (AI) denunció la existencia de un web falso para recargar los teléfonos móviles a través de Internet como ocurre en www.estafas-express.com. La AI advierte de que en este web se solicita el número de tarjeta, el titular de la cuenta bancaria, DNI, nombre del banco, fecha de caducidad, PIN y clave de operaciones.
Una vez entregados los datos, cuando se le da a enviar aparece un mensaje de «Error, sentimos comunicarle que nuestro servicio de recargas está temporalmente desactivado, inténtelo más tarde». Para hacer frente a estos «timos online», se conseja a los navegantes de Internet que nunca faciliten sus claves bancarias para evitar posibles estafas.