1. El antecedente asertivo: la nueva ciberestructura de la información como producto de las NTI
Uno de los principales efectos de las NTI (nuevas tecnologías de la información) es el surgimiento y ulterior consolidación de la nueva ciberestructura de la información. Se trata de una noción caracterizada por una sorprendente mezcolanza entre tres entes cuyas funcionalidades e intereses se entrecruzan, dificultando en ocasiones su distinción: ciberentes generadores, ciberentes suministradores y ciberentes de difusión directa.
Los primeros de ellos se localizan propiamente en gabinetes de prensa o comunicación de empresas, instituciones, asociaciones y, en general, organizaciones de cualquier índole. Admiten la doble modalidad de que sea la propia organización quien directamente se encargue del proceso de generación de información o que sea una tercera empresa interpuesta, especializada en el tema, quien se responsabilice del desarrollo de este proceso.
Los ciberentes suministradores corresponden a las nuevas agencias de información, en las que se aúnan rasgos como la especialización, la extremada flexibilidad, la capacidad de trabajo en formato multimedia y la multiplicidad de clientes. La capacidad de generar negocio incluso a partir de una demanda artificiosamente creada constituye la barrera que permite el triunfo o fracaso de dichos ciberentes y da también lugar a diversos problemas de índole deontológica que escaparían al análisis que aquí estamos realizando.
Y, por último, los ciberentes de difusión directa que adoptan el papel de los medios tradicionales y distribuyen sus contenidos entre unas audiencias cada vez más segmentadas, dispersas e interconectadas a un tiempo, saturadas, exigentes y con un evidente anhelo de interactividad.
Esta emergente ciberestructura admite un triple circuito en el proceso de vehiculación de la materia prima, la información:
· Circuito inmediato. La información circula directamente desde el ciberente generador al de difusión directa, sin pasar por el ciberente suministrador. Resulta evidente que dicha supresión provoca serios problemas empresariales a este ciberente.
· Circuito mediato. La información circula en dos fases: en un primer momento, del generador al suministrador; a continuación, de éste al de difusión directa. Desde el punto de vista empresarial este modelo plantea menos problemas que el anterior aunque va en detrimento de la inherente agilidad de la ciberinformación.
· Circuito inmediatísimo. Lo situamos en tercer lugar porque, a diferencia de los dos anteriores que constituyen trasposiciones de una estructura de la información más tradicional, es completamente inédito y surge como consecuencia directa de la incorporación del periodismo a la Red. Supone el envío de la información directamente del ciberente generador a la audiencia, lo que pone en tela de juicio el papel de los ciberentes suministradores y de difusión directa.
En el caso concreto del tercero de los circuitos se produce una triple consecuencia:
· Brutal incremento en la agilidad referida al proceso de transmisión de la información. El receptor la tiene cuando sucede sin pasar por la intermediación de un medio de comunicación.
· Golpe empresarial para los ciberentes suministradores y de difusión directa, cuya razón de ser (tal y como acabamos de indicar) queda en entredicho.
· Carencia de un filtro cualificado ante las audiencias, lo que facilita (cuando no propicia) la difusión incontrolada de bulos, rumores e informaciones interesadas.
No resulta osado afirmar que la nueva ciberestructura de la información constituye uno de los factores determinantes de esta novedosa forma de tratar la información a la que denominamos ciberperiodismo, así como del producto que surge de la misma: el ciberperiódico.
2. El zoon tecnologi.com como ente emergente de la nueva Sociedad de la Información
Esas mismas nuevas tecnologías de la información a las que antes aludíamos están contribuyendo de manera decisiva a la conformación de un nuevo escenario operativo y cognoscitivo para el ser humano. Según los puntos de vista de cada cual, este escenario puede ser desde muy positivo (las NTI como Deux ex machina y superadoras de las insuficiencias propias de la cotidianeidad) hasta marcadamente negativo (la modernidad como verdadero drama gnoseológico), pasando por una extensa gama de grises y posiciones intermedias.
La evidente aceleración del progreso humano tiene un punto de partida que va a permitir la ulterior conformación de este nuevo statu quo: la invención de la máquina de vapor. Con independencia de las indudables repercusiones de muy variada índole que tuvo esta innovación tecnológica, el interés que despierta su desarrollo para nuestro planteamiento se fundamenta en que, por vez primera en la historia del ser humano, éste cuenta con una capacidad productiva que no guarda relación directa con la fuerza que desarrolla.
Esta separación entre materia e inteligencia, que alcanza su más alto grado de diferenciación (al menos hasta la fecha) en la Sociedad de la Información propia del siglo XXI, implica que el ser humano pueda dedicar parte de su tiempo a otra cosa que no sea el puro trabajo manual. El individuo puede pensar más y, dentro de esta faceta, dispone de una superior capacidad para reflexionar sobre un aspecto concreto como es el de la asignación de los recursos productivos de determinados tipos de organizaciones. Es el nuevo hombre pensante frente al viejo hombre actuante.
Este proceso ocasiona un incremento de la capacidad productiva que se deriva de las posibilidades brindadas por la máquina de vapor frente al tradicional trabajo manual, lo que auspicia el surgimiento y posterior consolidación de un mercado de bienes y servicios (que son ofertados y demandados) cada vez más relevante, en el que la comercialización de un producto necesita contar con el soporte imprescindible de la publicidad para poder llevarse a cabo. Adicionalmente, la propia revolución industrial crea una clase socio-económica emergente de personas que desean acceder a determinadas categorías de productos y a las que es preciso dedicar particular atención en ese nuevo ciclo de producción al que acabamos de referirnos.
Sin remontarnos tanto en el tiempo, lo que hace apenas una década era motivo de fantasía para el ser humano hoy se ha convertido en una realidad cotidiana. Operamos a pacientes con la máxima precisión a miles de kilómetros de distancia; nos adentramos en las profundidades del Universo con telescopios situados en mitad del espacio; conocemos la trazada exacta de un coche de Fórmula Uno mediante microcámaras de televisión adosadas a su carrocería; descubrimos bacterias gracias a los sofisticados microscopios electrónicos; tenemos acceso a todo tipo de imágenes en movimiento desde nuestro propio domicilio por medio de infopistas de la información de gran ancho de banda...
Aristóteles nos proponía hace casi veinticinco siglos el concepto de zoon politikon, entendido como ese individuo con voluntad propia, capaz de organizar recursos de muy diversa índole para la obtención de unos determinados fines basándose en su racionalidad, así como de comportarse convenientemente en el entorno que lo rodea como fórmula para integrarse más eficazmente dentro del mismo. Se trataba de una noción novedosa que, desde nuestro punto de vista, incorporaba tres principales innovaciones:
· Una forma inédita de organización social en la que se afianza la libertad democrática.
· Un conocimiento basado en la experimentación, dado que sin ésta no hay verdad. Las ideas son la esencia de las cosas reales, lo que ocasiona que nos hallemos ante una suerte de empirismo epistemológico que permite la inserción de las ideas en el mundo real, incluyendo no sólo las cosas materiales que se ofrecen al conocimiento sensible, sino también los conceptos abstractos.
· La relación hilemórfica entre materia y forma que implica, entre otros aspectos, el principio de causalidad (no hay efecto sin causa y todo efecto debe ser proporcionado a su causa) y la estructura integrada del plano biológico y reflexivo del individuo de manera unitaria y teleológica.
Del zoon politikon aristotélico hemos pasado, sin apenas darnos cuenta, al zoon tecnologi.com del tercer milenio, un nuevo individuo emergente con rasgos distintos de la criatura propuesta por el filósofo estagirita. ¿Cuáles son las principales características de este zoon tecnologi.com que, como veremos con posterioridad, se erigirá como uno de los consumidores más destacados del ciberperiódico?
En primer lugar, el acceso universal a la información. Desde cualquier lugar, mediante cualquier clase de equipo o sistema, el individuo puede llegar a una cantidad ingente de datos. Internet es un gran almacén de información, el mayor que jamás haya estado a disposición del ser humano, cuya cantidad y magnitud no conocemos con exactitud más allá de saber que supera con holgura la capacidad del ser humano de absorber dicha información a lo largo de toda su existencia.
No obstante conviene advertir que la creencia extendida en muchos de los internautas que navegan en la Red en el sentido de que ésta es totalmente accesible en una conexión globalizada es una situación más que alejada de la realidad. En una primera aproximación se puede caracterizar la situación, en forma descriptiva, indicando que se trata de mucha información, pero con una limitada capacidad de recuperación de la misma y una productividad derivada de ella bastante modesta. La nueva generación de buscadores (encabezada por el ya celebérrimo Google) está contribuyendo a atenuar gradualmente esta situación.
En segundo término e íntimamente relacionada con la circunstancia anterior, se produce la multiplicación exponencial de la cantidad de información a la que se tiene acceso. Porque la Red ante la que se halla este nuevo individuo es descentralizada, democrática, caótica, difícilmente manejable, altamente redundante y en constante crecimiento. Justamente ese carácter de colosal base de datos desestructurada supone aspectos particularmente relevantes para un fenómeno como el del ciberperiodismo: el tamaño real aproximado de la cantidad de información disponible en Internet, su alcance, su accesibilidad, el grado de utilidad y la necesidad de gestionar una logística global de la información.
El carácter descentralizado de Internet (en el sentido de que la información se encuentra en condición de distribuida, ubicada en muchos ordenadores y plataformas diferentes, en un medio de topología no definida y de diferencias notables en el ancho de banda) es un fenómeno incontenible. Pero al mismo tiempo manifiesta una situación bastante parecida al caos, entendido como gran volatilidad (como ejemplo significativo, los nombres de los dominios y de las páginas aparecen y desaparecen casi diariamente de la Red, con algunas estimaciones que ponen de manifiesto que el cuarenta por ciento de Internet cambia de una manera u otra mensualmente, a lo que se agrega el crecimiento exponencial de la información en ella contenida).
Un tercer rasgo del nuevo zoon tenologi.com es la movilidad. Antes, cuando se trataba de contactar con un individuo siempre se sabía dónde estaba; el problema era, justamente, localizarlo. Ahora la situación es la contraria: no importa dónde esté, siempre se contacta con él; el quid radica en adivinar dónde se encuentra (no obstante, la aparición de los emergentes sistemas de localización a través del teléfono móvil que ofrecen la situación geográfica de personas o vehículos vía Internet o mediante mensajes SMS, ya permite superar este obstáculo).
Según pondremos de relieve con posterioridad, la aparición y posterior expansión de la telefonía móvil a amplios estratos de la sociedad ha contribuido a consolidar esta característica. Porque ya no se trata de una mera tendencia coyuntural, sino de que la inminente llegada de la tercera generación de telefonía celular UMTS (Universal Mobile Telecommunication System o sistema universal de telecomunicaciones móviles) va a suponer un importante paso hacia delante con posibilidades añadidas para los usuarios como envío de correo electrónico a alta velocidad, consulta de todo tipo de bases de datos y centros de información, conexión a información de utilidad (horario de aviones y trenes, meteorología), telecompra, acceso a centros de ocio, acceso a MP3, realización de gestiones bancarias avanzadas, entre otras.
Y un cuarto elemento a considerar es el de la capacidad de acceso. Las autopistas de la información proporcionan un ancho de banda que, al menos en la teoría, las convierten en el soporte idóneo para dar cabida a la difusión de cualquier clase de contenido, sin importar su tamaño. Atrás quedan las estrecheces habituales propias de los primeros tiempos en la implantación de Internet, cuando no siempre se contaba con una idónea anchura de banda para soportar los contenidos que circulaban por ella (incluso cuando el acceso a los contenidos de la Red se realizaba a través de las líneas telefónicas convencionales, esencialmente preparadas para soportar el tráfico de voz).
En definitiva, el hábitat del emergente zoon tecnologi.com es la Sociedad de la Información, entendida como ese ciberlugar donde existe una nueva distribución del trabajo, aparecen ocupaciones inéditas y desaparecen otras clásicas, emergen novedosos nichos de mercado... Un hábitat donde se pretende, a toda costa, incrementar la velocidad de los procesos productivos mientras se abaratan sus costes, así como fomentar, siempre en la medida de lo posible, el confort profesional y personal de los individuos. En suma, un entorno en el que se sientan las bases para incrementar los niveles empresariales de productividad, competitividad y rentabilidad.
3. Los hábitos de consumo del zoon tecnologi.com como elementos de conformación del ciberperiódico
Dentro del análisis que estamos aquí planteando, no es descabellado identificar el contexto histórico en el que el zoon tecnologi.com desarrolla su actividad (la Sociedad de la Información) con la noción de la modernidad en general y, dado que estamos reflexionando sobre el ciberperiódico en tanto en cuanto nuevo producto de la ciberestructura de la información, con el consumidor moderno en particular. Atendiendo a esta segunda vertiente nos encontramos con que lo moderno desde el punto de vista del consumidor radica en una serie de características que podemos sintentizar en las siguientes:
· Cada vez dedica más tiempo a su trabajo (incluyendo los desplazamientos desde su hogar), por lo que tiene poco tiempo para compatibilizar su vida profesional con su vida social y doméstica. Curiosamente este rasgo se contrapone con una cierta búsqueda del lado más hedonista de la vida (tal y como a continuación indicaremos), lo que da lugar a frustraciones de variada índole que desembocan en una de las enfermedades con mayores índices de crecimiento durante las últimas décadas: la depresión en sus diferentes manifestaciones.
· Lejos del hogar convencional de hace años, nace y, sobre todo, crece en hogares cada vez más fragmentados, en los que se producen fenómenos como la emancipación tardía de los hijos, los nuevos tipos familiares, la multiplicación de los hogares unipersonales...
· Tiene una creciente preocupación por su bienestar físico y psíquico, que se manifiesta en la práctica de actividades y en la selección de productos que fomentan su desarrollo integral personal: gimnasios, tratamientos de belleza y antiestrés, operaciones de cirugía estética, cursos de relajación mental...
· Incorpora un comportamiento vital consistente en: disfrutar de la vida plenamente, con todas sus capacidades (lo que no debe confundirse con vivir al límite); una actitud mental de estar abierto al cambio que va más allá de la edad física de la persona (desde el punto de vista de sus hábitos de consumo, un anciano puede ser moderno y un joven antiguo); y un comportamiento de consumo que se sintetiza en buscar lo nuevo a un buen precio (aunque siempre haya una minoría que esté dispuesta a comprar lo último a un precio más caro).
· Desde la perspectiva estrictamente tecnológica, busca la innovación en los productos como fórmula para encontrar nuevas prestaciones que mejoren (aunque sea supuestamente) su modus vivendi. Y no sólo eso sino que, además, pretende que la innovación tecnológica de dichos productos (entre los que situamos el ciberperiódico) sea compatible con la simplicidad en su manejo.
En suma, desde el punto de vista de las motivaciones vitales del consumidor, la noción de modernidad entronca con la búsqueda de la eterna juventud, con encontrarse bien por fuera y por dentro. Es decir, lo moderno no equivale a añadir años a la vida, sino vida a los años. Se trata del paso que abre la senda a la nueva evolución del ciberperiodismo y a su adecuación a los nuevos requerimientos de las audiencias.
4. A la búsqueda de la Generación Nintendo
La invención de la imprenta a mediados del siglo XV sentó las bases para la primera revolución en el proceso de transmisión del conocimiento. De una metodología exclusivamente basada en lo oral poco a poco lo escrito fue cobrando relevancia hasta consolidarse como la técnica por antonomasia. A este hecho hubo que añadir la extensión de la escuela a grupos crecientes de ciudadanos, con los subsiguientes incrementos en los niveles de alfabetización. A mediados del siglo XX nadie parecía poner en duda la vigencia de este modelo.
Pero la aparición de la televisión y, sobre todo, su extraordinario crecimiento supone un punto de inflexión en el imparable predominio de lo escrito. Van surgiendo nuevas generaciones cada vez más influidas por los contenidos audiovisuales y, de forma cuasi simultánea y estrechamente interrelacionada, el sistema educativo tradicional va poco a poco entrando en crisis.
La situación llega a tales extremos que en estos inicios del siglo XXI cabe aludir a una segunda revolución del conocimiento que discurre justamente en el sentido contrario a la primera: el modelo de aprendizaje basado en la lectura del texto está siendo sustituido por un modelo de aprendizaje basado en la contemplación de contenidos audiovisuales; frente a la escuela tradicional (aburrida y que exige esfuerzo) se alza la televisión como gran totem epistemológico (divertida y sin esfuerzo). Y todo ello con una diferencia significativa: la primera revolución tardó siglos en llevarse a cabo; la segunda lo está haciendo en años.
Se asiste así a lo que en términos mercadotécnicos ha venido a denominarse Generación Nintendo: un grupo de personas que han pasado más horas de su niñez viendo la pantalla del televisor que acudiendo a la escuela. Uno de los aspectos más relevantes de este emergente grupo generacional es la escasa atracción que sienten por los periódicos escritos tradicionales (el estancamiento de lectores que sufre buena parte de la prensa escrita durante estos últimos años no resulta ajena a este proceso).
¿Cómo afrontan las empresas de la información escrita el reto de acceder a una generación de receptores que hasta ahora les ha dado la espalda? Si entrar en otras consideraciones que excederían el análisis aquí planteado, a partir de un proceso de triple diversificación en lo que se refiere estrictamente al fenómeno del periodismo on line.
En primer lugar, mediante el desarrollo del ciberperiódico (en su doble faceta de producto gratuito o de pago), dentro de un proceso en el que tras los iniciales escarceos de la primera mitad de la década de los noventa del siglo XX (la etapa correspondiente a los pioneros en Internet) se produce el desembarco masivo en la Red por parte de los grupos informativos a partir del año 1996. La proliferación de modelos de negocio es de tal magnitud que resulta significativa del denodado esfuerzo de los editores de prensa por atraerse a esta nueva generación.
En segundo término esta estrategia de diversificación es la que ha permitido la conformación de un nuevo producto informativo: el periódico bajo demanda. Se trata de un producto basado en el formato PDF al que atribuimos una naturaleza híbrida, al incorporar tanto características propias del ciberperiódico (posibilidades de actualización, transnacionalidad, transtemporalidad) como del periódico convencional (empleo del soporte papel, presentación formal de los contenidos).
Y el último paso es el representado por el ciberperiodismo móvil o ciberperiodismo de cuarta generación que está empezando a gestarse. El ciberperiódico móvil supone la convergencia de dos de los segmentos de las telecomunicaciones más dinámicos que hasta ahora habían discurrido de manera separada (Internet y telefonía móvil). La convergencia que empiezan a mostrar (no sólo tecnológica sino como oportunidad de negocio a corto, medio y largo plazo) conforma un novedoso canal a través del cual discurre la ciberinformación: Internet Móvil.
Y no sólo eso. La diversificación generada por el negocio del periodismo on line conlleva dos cambios adicionales que conviene tener muy en cuenta:
· Un nuevo modelo de comercialización de la información periodística, más flexible y cercano a las audiencias que ya no requiere de la intermediación del punto de venta (el quiosco de prensa).
· Un novedoso tratamiento de la información, tanto en lo que se refiere a la presentación formal externa como a los propios contenidos en sí.
5. Las audiencias ante el fenómeno del ciberperiodismo móvil
Como se acaba de indicar Internet Móvil implica la generalización en el acceso a Internet desde el teléfono móvil sin necesidad de tener que emplear ninguna clase de infraestructura de cableado, lo que sienta las bases para la formación de un nuevo modelo desde un punto de vista no sólo cuantitativo, sino fundamentalmente cualitativo.
La brutal evolución tecnológica ha provocado que en apenas una década se haya pasado de una primera generación de telefonía móvil analógica a una segunda digital (el GSM), y después a nuevas generaciones intermedias (WAP, GPRS y quizá EDGE) hasta llegar a la tercera (UMTS). Será con el advenimiento de esta última (una vez superados los elevados problemas financieros) cuando, debido fundamentalmente a su anchura de banda, se produzca una verdadera revolución al permitir posibilidades como la consulta de todo tipo de contenidos informativos en condiciones competitivas de rapidez y (es de esperar) coste económico.
Esta nueva realidad ocasiona que nos adentremos en un inédito modelo de comunicación, cuya auténtica estructura y viabilidad están todavía por ver, en el que se prevé la tendencia a la focalización en dos segmentos de las audiencias definidos por sus propias necesidades: el del profesional y el del usuario doméstico. Mientras éste necesita servicios globales, con portales que den soporte a muchos idiomas y multitud de servicios tales como información, entretenimiento, etc., y todo ello de manera integrada, el usuario profesional precisa otras soluciones de portales capaces de combinar la tecnología, el contenido y las facilidades de hosting, mejorándose así su posicionamiento global de mercado.
Dentro de este nuevo modelo, advertimos la existencia de cuatro grandes grupos de actores, cada uno de los cuales comparte objetivos comunes aunque también posee aspiraciones específicas y, en ocasiones, incluso contrapuestas:
· Las propias empresas de la información, como proveedoras de los contenidos periodísticos
· Los grandes operadores de telecomunicaciones, en su papel de dueños de las infraestructuras de comunicaciones
· Los grandes portales de la Red, que sirven como puerta de acceso a la Red por parte de dichas audiencias
· Pequeñas empresas dedicadas a desarrollar aplicaciones móviles, cuyo objetivo es interconectar las funcionalidades de los restantes actores proporcionándoles servicios de valor añadido
En principio, si el ciberperiodismo basado en Internet Móvil pretende ser empresarialmente viable deberá conllevar cuatro ventajas principales para las ciberaudiencias: movilidad, gama de servicios, calidad/fiabilidad en las comunicaciones y mayores posibilidades de interacción.
El concepto de movilidad es clave en este nuevo entorno. Con la convergencia el usuario ya no se limita únicamente a estar localizado en cualquier instante, sino que a través de su teléfono móvil puede acceder a contenidos periodísticos con las mismas posibilidades y niveles de calidad que los de cualquier infraestructura cableada, con la gran ventaja de poder seguir moviéndose.
En segundo término, la nueva generación va a facilitar un extenso conjunto de posibilidades y servicios, puestos a disposición de toda clase de usuarios, tanto domésticos como profesionales. Debido a su mayor anchura de banda, todos estos servicios discurren a una velocidad auténticamente competitiva, gracias a una interfaz (denominada CDMA) que permite la optimización del espectro radioeléctrico, lo que redundará en beneficio del lector.
En tercer lugar, la propia tipología que posibilita la aproximación de Internet y telefonía celular en forma de avance tecnológico facilitará que el servicio ofrecido disponga de unos superiores niveles de calidad, cobertura y fiabilidad, reduciéndose el número de conexiones fallidas que tanto exasperan a internautas y usuarios telefónicos.
Y, como corolario de todo ello, las posibilidades de interactividad por parte de los receptores se incrementan exponencialmente. Lejos quedan las tradicionales audiencias pasivas de los mass-media, adentrándonos en un novedoso modelo de comunicación que, a su vez, implicará nuevas posibilidades de negocio de un emergente mercado, con unas excelentes perspectivas de futuro. Si hasta ahora los operadores proporcionaban al cliente voz y datos, a partir de este momento necesitarán del apoyo de terceros para poder entrar en el mundo de los contenidos.
Se abre así un abanico de posibilidades para las audiencias con un ingente potencial de servicios emergentes, en el que distinguimos cinco grandes grupos:
· Servicios de información. Se incluyen soluciones como guías y páginas amarillas electrónicas, planos y mapas (de ciudades, regiones y países), partes meteorológicos, boletines de noticias genéricas y especializadas (deportes, Bolsa...).
· Servicios de comunicación, tales como mensajes cortos SMS, fax, acceso a intranets y extranets, correo electrónico.
· Comercio móvil, distinguiéndose aplicaciones de banca inalámbrica, reserva de hoteles, adquisición de entradas para películas y teatros, subastas.
· Servicios de ocio y entretenimiento, entre los cuales destacan los referidos a chats, juegos y apuestas de todo tipo, horóscopo.
· Soportes de plataformas que sean capaces de interrelacionar todos estos servicios entre sí y con los usuarios finales. De todos ellos, quizá los sistemas de envío de contenidos XML y los portales de ASP sean los más relevantes.
Los empresarios de la información que opten por esta vía (en solitario o, lo que parece más lógico, simultaneándola con otras) podrán ofrecer a sus lectores un auténtico servicio de marketing móvil, lo que facilitará el grado de comunicación con todos ellos. La idealidad de un ciberperiódico a la carta, susceptible de ser consultado desde cualquier lugar del mundo en cualquier vicisitud, queda tecnológicamente plasmada en este nuevo entorno.
En suma, desde el punto de vista de la consideración del zoon tecnologi.com como consumidor del ciberperiódico, el ciberperiodismo móvil va a conllevar tres grandes consecuencias:
· La conformación de un nuevo canal informativo que, además de generar un ingente volumen de negocio a corto, medio y largo plazo, provocará una nueva forma de interactuar por parte de las audiencias, que paulatinamente irán adquiriendo un grado superior de peso específico en el tradicional paradigma comunicativo.
· Como consecuencia de este nuevo estado de cosas, vamos a asistir a una honda transformación del concepto de Multimedia Distribuido (que engloba los sectores de telecomunicaciones, informática y ocio/entretenimiento) que pasa de lo que se venía conociendo como A New Telecom World a considerarse como The Interconnected World.
· Cada vez será más acuciante la necesidad de abordar una formación integral de todos y cada uno de los componentes de este nuevo modelo de información, incluyendo audiencias y profesionales, proveedores de servicios y contenidos, así como los implementadores de infraestructuras de comunicaciones o infopistas de la comunicación.
David Parra Valcarce es Profesor del Departamento de Periodismo II de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Uno de los principales efectos de las NTI (nuevas tecnologías de la información) es el surgimiento y ulterior consolidación de la nueva ciberestructura de la información. Se trata de una noción caracterizada por una sorprendente mezcolanza entre tres entes cuyas funcionalidades e intereses se entrecruzan, dificultando en ocasiones su distinción: ciberentes generadores, ciberentes suministradores y ciberentes de difusión directa.
Los primeros de ellos se localizan propiamente en gabinetes de prensa o comunicación de empresas, instituciones, asociaciones y, en general, organizaciones de cualquier índole. Admiten la doble modalidad de que sea la propia organización quien directamente se encargue del proceso de generación de información o que sea una tercera empresa interpuesta, especializada en el tema, quien se responsabilice del desarrollo de este proceso.
Los ciberentes suministradores corresponden a las nuevas agencias de información, en las que se aúnan rasgos como la especialización, la extremada flexibilidad, la capacidad de trabajo en formato multimedia y la multiplicidad de clientes. La capacidad de generar negocio incluso a partir de una demanda artificiosamente creada constituye la barrera que permite el triunfo o fracaso de dichos ciberentes y da también lugar a diversos problemas de índole deontológica que escaparían al análisis que aquí estamos realizando.
Y, por último, los ciberentes de difusión directa que adoptan el papel de los medios tradicionales y distribuyen sus contenidos entre unas audiencias cada vez más segmentadas, dispersas e interconectadas a un tiempo, saturadas, exigentes y con un evidente anhelo de interactividad.
Esta emergente ciberestructura admite un triple circuito en el proceso de vehiculación de la materia prima, la información:
· Circuito inmediato. La información circula directamente desde el ciberente generador al de difusión directa, sin pasar por el ciberente suministrador. Resulta evidente que dicha supresión provoca serios problemas empresariales a este ciberente.
· Circuito mediato. La información circula en dos fases: en un primer momento, del generador al suministrador; a continuación, de éste al de difusión directa. Desde el punto de vista empresarial este modelo plantea menos problemas que el anterior aunque va en detrimento de la inherente agilidad de la ciberinformación.
· Circuito inmediatísimo. Lo situamos en tercer lugar porque, a diferencia de los dos anteriores que constituyen trasposiciones de una estructura de la información más tradicional, es completamente inédito y surge como consecuencia directa de la incorporación del periodismo a la Red. Supone el envío de la información directamente del ciberente generador a la audiencia, lo que pone en tela de juicio el papel de los ciberentes suministradores y de difusión directa.
En el caso concreto del tercero de los circuitos se produce una triple consecuencia:
· Brutal incremento en la agilidad referida al proceso de transmisión de la información. El receptor la tiene cuando sucede sin pasar por la intermediación de un medio de comunicación.
· Golpe empresarial para los ciberentes suministradores y de difusión directa, cuya razón de ser (tal y como acabamos de indicar) queda en entredicho.
· Carencia de un filtro cualificado ante las audiencias, lo que facilita (cuando no propicia) la difusión incontrolada de bulos, rumores e informaciones interesadas.
No resulta osado afirmar que la nueva ciberestructura de la información constituye uno de los factores determinantes de esta novedosa forma de tratar la información a la que denominamos ciberperiodismo, así como del producto que surge de la misma: el ciberperiódico.
2. El zoon tecnologi.com como ente emergente de la nueva Sociedad de la Información
Esas mismas nuevas tecnologías de la información a las que antes aludíamos están contribuyendo de manera decisiva a la conformación de un nuevo escenario operativo y cognoscitivo para el ser humano. Según los puntos de vista de cada cual, este escenario puede ser desde muy positivo (las NTI como Deux ex machina y superadoras de las insuficiencias propias de la cotidianeidad) hasta marcadamente negativo (la modernidad como verdadero drama gnoseológico), pasando por una extensa gama de grises y posiciones intermedias.
La evidente aceleración del progreso humano tiene un punto de partida que va a permitir la ulterior conformación de este nuevo statu quo: la invención de la máquina de vapor. Con independencia de las indudables repercusiones de muy variada índole que tuvo esta innovación tecnológica, el interés que despierta su desarrollo para nuestro planteamiento se fundamenta en que, por vez primera en la historia del ser humano, éste cuenta con una capacidad productiva que no guarda relación directa con la fuerza que desarrolla.
Esta separación entre materia e inteligencia, que alcanza su más alto grado de diferenciación (al menos hasta la fecha) en la Sociedad de la Información propia del siglo XXI, implica que el ser humano pueda dedicar parte de su tiempo a otra cosa que no sea el puro trabajo manual. El individuo puede pensar más y, dentro de esta faceta, dispone de una superior capacidad para reflexionar sobre un aspecto concreto como es el de la asignación de los recursos productivos de determinados tipos de organizaciones. Es el nuevo hombre pensante frente al viejo hombre actuante.
Este proceso ocasiona un incremento de la capacidad productiva que se deriva de las posibilidades brindadas por la máquina de vapor frente al tradicional trabajo manual, lo que auspicia el surgimiento y posterior consolidación de un mercado de bienes y servicios (que son ofertados y demandados) cada vez más relevante, en el que la comercialización de un producto necesita contar con el soporte imprescindible de la publicidad para poder llevarse a cabo. Adicionalmente, la propia revolución industrial crea una clase socio-económica emergente de personas que desean acceder a determinadas categorías de productos y a las que es preciso dedicar particular atención en ese nuevo ciclo de producción al que acabamos de referirnos.
Sin remontarnos tanto en el tiempo, lo que hace apenas una década era motivo de fantasía para el ser humano hoy se ha convertido en una realidad cotidiana. Operamos a pacientes con la máxima precisión a miles de kilómetros de distancia; nos adentramos en las profundidades del Universo con telescopios situados en mitad del espacio; conocemos la trazada exacta de un coche de Fórmula Uno mediante microcámaras de televisión adosadas a su carrocería; descubrimos bacterias gracias a los sofisticados microscopios electrónicos; tenemos acceso a todo tipo de imágenes en movimiento desde nuestro propio domicilio por medio de infopistas de la información de gran ancho de banda...
Aristóteles nos proponía hace casi veinticinco siglos el concepto de zoon politikon, entendido como ese individuo con voluntad propia, capaz de organizar recursos de muy diversa índole para la obtención de unos determinados fines basándose en su racionalidad, así como de comportarse convenientemente en el entorno que lo rodea como fórmula para integrarse más eficazmente dentro del mismo. Se trataba de una noción novedosa que, desde nuestro punto de vista, incorporaba tres principales innovaciones:
· Una forma inédita de organización social en la que se afianza la libertad democrática.
· Un conocimiento basado en la experimentación, dado que sin ésta no hay verdad. Las ideas son la esencia de las cosas reales, lo que ocasiona que nos hallemos ante una suerte de empirismo epistemológico que permite la inserción de las ideas en el mundo real, incluyendo no sólo las cosas materiales que se ofrecen al conocimiento sensible, sino también los conceptos abstractos.
· La relación hilemórfica entre materia y forma que implica, entre otros aspectos, el principio de causalidad (no hay efecto sin causa y todo efecto debe ser proporcionado a su causa) y la estructura integrada del plano biológico y reflexivo del individuo de manera unitaria y teleológica.
Del zoon politikon aristotélico hemos pasado, sin apenas darnos cuenta, al zoon tecnologi.com del tercer milenio, un nuevo individuo emergente con rasgos distintos de la criatura propuesta por el filósofo estagirita. ¿Cuáles son las principales características de este zoon tecnologi.com que, como veremos con posterioridad, se erigirá como uno de los consumidores más destacados del ciberperiódico?
En primer lugar, el acceso universal a la información. Desde cualquier lugar, mediante cualquier clase de equipo o sistema, el individuo puede llegar a una cantidad ingente de datos. Internet es un gran almacén de información, el mayor que jamás haya estado a disposición del ser humano, cuya cantidad y magnitud no conocemos con exactitud más allá de saber que supera con holgura la capacidad del ser humano de absorber dicha información a lo largo de toda su existencia.
No obstante conviene advertir que la creencia extendida en muchos de los internautas que navegan en la Red en el sentido de que ésta es totalmente accesible en una conexión globalizada es una situación más que alejada de la realidad. En una primera aproximación se puede caracterizar la situación, en forma descriptiva, indicando que se trata de mucha información, pero con una limitada capacidad de recuperación de la misma y una productividad derivada de ella bastante modesta. La nueva generación de buscadores (encabezada por el ya celebérrimo Google) está contribuyendo a atenuar gradualmente esta situación.
En segundo término e íntimamente relacionada con la circunstancia anterior, se produce la multiplicación exponencial de la cantidad de información a la que se tiene acceso. Porque la Red ante la que se halla este nuevo individuo es descentralizada, democrática, caótica, difícilmente manejable, altamente redundante y en constante crecimiento. Justamente ese carácter de colosal base de datos desestructurada supone aspectos particularmente relevantes para un fenómeno como el del ciberperiodismo: el tamaño real aproximado de la cantidad de información disponible en Internet, su alcance, su accesibilidad, el grado de utilidad y la necesidad de gestionar una logística global de la información.
El carácter descentralizado de Internet (en el sentido de que la información se encuentra en condición de distribuida, ubicada en muchos ordenadores y plataformas diferentes, en un medio de topología no definida y de diferencias notables en el ancho de banda) es un fenómeno incontenible. Pero al mismo tiempo manifiesta una situación bastante parecida al caos, entendido como gran volatilidad (como ejemplo significativo, los nombres de los dominios y de las páginas aparecen y desaparecen casi diariamente de la Red, con algunas estimaciones que ponen de manifiesto que el cuarenta por ciento de Internet cambia de una manera u otra mensualmente, a lo que se agrega el crecimiento exponencial de la información en ella contenida).
Un tercer rasgo del nuevo zoon tenologi.com es la movilidad. Antes, cuando se trataba de contactar con un individuo siempre se sabía dónde estaba; el problema era, justamente, localizarlo. Ahora la situación es la contraria: no importa dónde esté, siempre se contacta con él; el quid radica en adivinar dónde se encuentra (no obstante, la aparición de los emergentes sistemas de localización a través del teléfono móvil que ofrecen la situación geográfica de personas o vehículos vía Internet o mediante mensajes SMS, ya permite superar este obstáculo).
Según pondremos de relieve con posterioridad, la aparición y posterior expansión de la telefonía móvil a amplios estratos de la sociedad ha contribuido a consolidar esta característica. Porque ya no se trata de una mera tendencia coyuntural, sino de que la inminente llegada de la tercera generación de telefonía celular UMTS (Universal Mobile Telecommunication System o sistema universal de telecomunicaciones móviles) va a suponer un importante paso hacia delante con posibilidades añadidas para los usuarios como envío de correo electrónico a alta velocidad, consulta de todo tipo de bases de datos y centros de información, conexión a información de utilidad (horario de aviones y trenes, meteorología), telecompra, acceso a centros de ocio, acceso a MP3, realización de gestiones bancarias avanzadas, entre otras.
Y un cuarto elemento a considerar es el de la capacidad de acceso. Las autopistas de la información proporcionan un ancho de banda que, al menos en la teoría, las convierten en el soporte idóneo para dar cabida a la difusión de cualquier clase de contenido, sin importar su tamaño. Atrás quedan las estrecheces habituales propias de los primeros tiempos en la implantación de Internet, cuando no siempre se contaba con una idónea anchura de banda para soportar los contenidos que circulaban por ella (incluso cuando el acceso a los contenidos de la Red se realizaba a través de las líneas telefónicas convencionales, esencialmente preparadas para soportar el tráfico de voz).
En definitiva, el hábitat del emergente zoon tecnologi.com es la Sociedad de la Información, entendida como ese ciberlugar donde existe una nueva distribución del trabajo, aparecen ocupaciones inéditas y desaparecen otras clásicas, emergen novedosos nichos de mercado... Un hábitat donde se pretende, a toda costa, incrementar la velocidad de los procesos productivos mientras se abaratan sus costes, así como fomentar, siempre en la medida de lo posible, el confort profesional y personal de los individuos. En suma, un entorno en el que se sientan las bases para incrementar los niveles empresariales de productividad, competitividad y rentabilidad.
3. Los hábitos de consumo del zoon tecnologi.com como elementos de conformación del ciberperiódico
Dentro del análisis que estamos aquí planteando, no es descabellado identificar el contexto histórico en el que el zoon tecnologi.com desarrolla su actividad (la Sociedad de la Información) con la noción de la modernidad en general y, dado que estamos reflexionando sobre el ciberperiódico en tanto en cuanto nuevo producto de la ciberestructura de la información, con el consumidor moderno en particular. Atendiendo a esta segunda vertiente nos encontramos con que lo moderno desde el punto de vista del consumidor radica en una serie de características que podemos sintentizar en las siguientes:
· Cada vez dedica más tiempo a su trabajo (incluyendo los desplazamientos desde su hogar), por lo que tiene poco tiempo para compatibilizar su vida profesional con su vida social y doméstica. Curiosamente este rasgo se contrapone con una cierta búsqueda del lado más hedonista de la vida (tal y como a continuación indicaremos), lo que da lugar a frustraciones de variada índole que desembocan en una de las enfermedades con mayores índices de crecimiento durante las últimas décadas: la depresión en sus diferentes manifestaciones.
· Lejos del hogar convencional de hace años, nace y, sobre todo, crece en hogares cada vez más fragmentados, en los que se producen fenómenos como la emancipación tardía de los hijos, los nuevos tipos familiares, la multiplicación de los hogares unipersonales...
· Tiene una creciente preocupación por su bienestar físico y psíquico, que se manifiesta en la práctica de actividades y en la selección de productos que fomentan su desarrollo integral personal: gimnasios, tratamientos de belleza y antiestrés, operaciones de cirugía estética, cursos de relajación mental...
· Incorpora un comportamiento vital consistente en: disfrutar de la vida plenamente, con todas sus capacidades (lo que no debe confundirse con vivir al límite); una actitud mental de estar abierto al cambio que va más allá de la edad física de la persona (desde el punto de vista de sus hábitos de consumo, un anciano puede ser moderno y un joven antiguo); y un comportamiento de consumo que se sintetiza en buscar lo nuevo a un buen precio (aunque siempre haya una minoría que esté dispuesta a comprar lo último a un precio más caro).
· Desde la perspectiva estrictamente tecnológica, busca la innovación en los productos como fórmula para encontrar nuevas prestaciones que mejoren (aunque sea supuestamente) su modus vivendi. Y no sólo eso sino que, además, pretende que la innovación tecnológica de dichos productos (entre los que situamos el ciberperiódico) sea compatible con la simplicidad en su manejo.
En suma, desde el punto de vista de las motivaciones vitales del consumidor, la noción de modernidad entronca con la búsqueda de la eterna juventud, con encontrarse bien por fuera y por dentro. Es decir, lo moderno no equivale a añadir años a la vida, sino vida a los años. Se trata del paso que abre la senda a la nueva evolución del ciberperiodismo y a su adecuación a los nuevos requerimientos de las audiencias.
4. A la búsqueda de la Generación Nintendo
La invención de la imprenta a mediados del siglo XV sentó las bases para la primera revolución en el proceso de transmisión del conocimiento. De una metodología exclusivamente basada en lo oral poco a poco lo escrito fue cobrando relevancia hasta consolidarse como la técnica por antonomasia. A este hecho hubo que añadir la extensión de la escuela a grupos crecientes de ciudadanos, con los subsiguientes incrementos en los niveles de alfabetización. A mediados del siglo XX nadie parecía poner en duda la vigencia de este modelo.
Pero la aparición de la televisión y, sobre todo, su extraordinario crecimiento supone un punto de inflexión en el imparable predominio de lo escrito. Van surgiendo nuevas generaciones cada vez más influidas por los contenidos audiovisuales y, de forma cuasi simultánea y estrechamente interrelacionada, el sistema educativo tradicional va poco a poco entrando en crisis.
La situación llega a tales extremos que en estos inicios del siglo XXI cabe aludir a una segunda revolución del conocimiento que discurre justamente en el sentido contrario a la primera: el modelo de aprendizaje basado en la lectura del texto está siendo sustituido por un modelo de aprendizaje basado en la contemplación de contenidos audiovisuales; frente a la escuela tradicional (aburrida y que exige esfuerzo) se alza la televisión como gran totem epistemológico (divertida y sin esfuerzo). Y todo ello con una diferencia significativa: la primera revolución tardó siglos en llevarse a cabo; la segunda lo está haciendo en años.
Se asiste así a lo que en términos mercadotécnicos ha venido a denominarse Generación Nintendo: un grupo de personas que han pasado más horas de su niñez viendo la pantalla del televisor que acudiendo a la escuela. Uno de los aspectos más relevantes de este emergente grupo generacional es la escasa atracción que sienten por los periódicos escritos tradicionales (el estancamiento de lectores que sufre buena parte de la prensa escrita durante estos últimos años no resulta ajena a este proceso).
¿Cómo afrontan las empresas de la información escrita el reto de acceder a una generación de receptores que hasta ahora les ha dado la espalda? Si entrar en otras consideraciones que excederían el análisis aquí planteado, a partir de un proceso de triple diversificación en lo que se refiere estrictamente al fenómeno del periodismo on line.
En primer lugar, mediante el desarrollo del ciberperiódico (en su doble faceta de producto gratuito o de pago), dentro de un proceso en el que tras los iniciales escarceos de la primera mitad de la década de los noventa del siglo XX (la etapa correspondiente a los pioneros en Internet) se produce el desembarco masivo en la Red por parte de los grupos informativos a partir del año 1996. La proliferación de modelos de negocio es de tal magnitud que resulta significativa del denodado esfuerzo de los editores de prensa por atraerse a esta nueva generación.
En segundo término esta estrategia de diversificación es la que ha permitido la conformación de un nuevo producto informativo: el periódico bajo demanda. Se trata de un producto basado en el formato PDF al que atribuimos una naturaleza híbrida, al incorporar tanto características propias del ciberperiódico (posibilidades de actualización, transnacionalidad, transtemporalidad) como del periódico convencional (empleo del soporte papel, presentación formal de los contenidos).
Y el último paso es el representado por el ciberperiodismo móvil o ciberperiodismo de cuarta generación que está empezando a gestarse. El ciberperiódico móvil supone la convergencia de dos de los segmentos de las telecomunicaciones más dinámicos que hasta ahora habían discurrido de manera separada (Internet y telefonía móvil). La convergencia que empiezan a mostrar (no sólo tecnológica sino como oportunidad de negocio a corto, medio y largo plazo) conforma un novedoso canal a través del cual discurre la ciberinformación: Internet Móvil.
Y no sólo eso. La diversificación generada por el negocio del periodismo on line conlleva dos cambios adicionales que conviene tener muy en cuenta:
· Un nuevo modelo de comercialización de la información periodística, más flexible y cercano a las audiencias que ya no requiere de la intermediación del punto de venta (el quiosco de prensa).
· Un novedoso tratamiento de la información, tanto en lo que se refiere a la presentación formal externa como a los propios contenidos en sí.
5. Las audiencias ante el fenómeno del ciberperiodismo móvil
Como se acaba de indicar Internet Móvil implica la generalización en el acceso a Internet desde el teléfono móvil sin necesidad de tener que emplear ninguna clase de infraestructura de cableado, lo que sienta las bases para la formación de un nuevo modelo desde un punto de vista no sólo cuantitativo, sino fundamentalmente cualitativo.
La brutal evolución tecnológica ha provocado que en apenas una década se haya pasado de una primera generación de telefonía móvil analógica a una segunda digital (el GSM), y después a nuevas generaciones intermedias (WAP, GPRS y quizá EDGE) hasta llegar a la tercera (UMTS). Será con el advenimiento de esta última (una vez superados los elevados problemas financieros) cuando, debido fundamentalmente a su anchura de banda, se produzca una verdadera revolución al permitir posibilidades como la consulta de todo tipo de contenidos informativos en condiciones competitivas de rapidez y (es de esperar) coste económico.
Esta nueva realidad ocasiona que nos adentremos en un inédito modelo de comunicación, cuya auténtica estructura y viabilidad están todavía por ver, en el que se prevé la tendencia a la focalización en dos segmentos de las audiencias definidos por sus propias necesidades: el del profesional y el del usuario doméstico. Mientras éste necesita servicios globales, con portales que den soporte a muchos idiomas y multitud de servicios tales como información, entretenimiento, etc., y todo ello de manera integrada, el usuario profesional precisa otras soluciones de portales capaces de combinar la tecnología, el contenido y las facilidades de hosting, mejorándose así su posicionamiento global de mercado.
Dentro de este nuevo modelo, advertimos la existencia de cuatro grandes grupos de actores, cada uno de los cuales comparte objetivos comunes aunque también posee aspiraciones específicas y, en ocasiones, incluso contrapuestas:
· Las propias empresas de la información, como proveedoras de los contenidos periodísticos
· Los grandes operadores de telecomunicaciones, en su papel de dueños de las infraestructuras de comunicaciones
· Los grandes portales de la Red, que sirven como puerta de acceso a la Red por parte de dichas audiencias
· Pequeñas empresas dedicadas a desarrollar aplicaciones móviles, cuyo objetivo es interconectar las funcionalidades de los restantes actores proporcionándoles servicios de valor añadido
En principio, si el ciberperiodismo basado en Internet Móvil pretende ser empresarialmente viable deberá conllevar cuatro ventajas principales para las ciberaudiencias: movilidad, gama de servicios, calidad/fiabilidad en las comunicaciones y mayores posibilidades de interacción.
El concepto de movilidad es clave en este nuevo entorno. Con la convergencia el usuario ya no se limita únicamente a estar localizado en cualquier instante, sino que a través de su teléfono móvil puede acceder a contenidos periodísticos con las mismas posibilidades y niveles de calidad que los de cualquier infraestructura cableada, con la gran ventaja de poder seguir moviéndose.
En segundo término, la nueva generación va a facilitar un extenso conjunto de posibilidades y servicios, puestos a disposición de toda clase de usuarios, tanto domésticos como profesionales. Debido a su mayor anchura de banda, todos estos servicios discurren a una velocidad auténticamente competitiva, gracias a una interfaz (denominada CDMA) que permite la optimización del espectro radioeléctrico, lo que redundará en beneficio del lector.
En tercer lugar, la propia tipología que posibilita la aproximación de Internet y telefonía celular en forma de avance tecnológico facilitará que el servicio ofrecido disponga de unos superiores niveles de calidad, cobertura y fiabilidad, reduciéndose el número de conexiones fallidas que tanto exasperan a internautas y usuarios telefónicos.
Y, como corolario de todo ello, las posibilidades de interactividad por parte de los receptores se incrementan exponencialmente. Lejos quedan las tradicionales audiencias pasivas de los mass-media, adentrándonos en un novedoso modelo de comunicación que, a su vez, implicará nuevas posibilidades de negocio de un emergente mercado, con unas excelentes perspectivas de futuro. Si hasta ahora los operadores proporcionaban al cliente voz y datos, a partir de este momento necesitarán del apoyo de terceros para poder entrar en el mundo de los contenidos.
Se abre así un abanico de posibilidades para las audiencias con un ingente potencial de servicios emergentes, en el que distinguimos cinco grandes grupos:
· Servicios de información. Se incluyen soluciones como guías y páginas amarillas electrónicas, planos y mapas (de ciudades, regiones y países), partes meteorológicos, boletines de noticias genéricas y especializadas (deportes, Bolsa...).
· Servicios de comunicación, tales como mensajes cortos SMS, fax, acceso a intranets y extranets, correo electrónico.
· Comercio móvil, distinguiéndose aplicaciones de banca inalámbrica, reserva de hoteles, adquisición de entradas para películas y teatros, subastas.
· Servicios de ocio y entretenimiento, entre los cuales destacan los referidos a chats, juegos y apuestas de todo tipo, horóscopo.
· Soportes de plataformas que sean capaces de interrelacionar todos estos servicios entre sí y con los usuarios finales. De todos ellos, quizá los sistemas de envío de contenidos XML y los portales de ASP sean los más relevantes.
Los empresarios de la información que opten por esta vía (en solitario o, lo que parece más lógico, simultaneándola con otras) podrán ofrecer a sus lectores un auténtico servicio de marketing móvil, lo que facilitará el grado de comunicación con todos ellos. La idealidad de un ciberperiódico a la carta, susceptible de ser consultado desde cualquier lugar del mundo en cualquier vicisitud, queda tecnológicamente plasmada en este nuevo entorno.
En suma, desde el punto de vista de la consideración del zoon tecnologi.com como consumidor del ciberperiódico, el ciberperiodismo móvil va a conllevar tres grandes consecuencias:
· La conformación de un nuevo canal informativo que, además de generar un ingente volumen de negocio a corto, medio y largo plazo, provocará una nueva forma de interactuar por parte de las audiencias, que paulatinamente irán adquiriendo un grado superior de peso específico en el tradicional paradigma comunicativo.
· Como consecuencia de este nuevo estado de cosas, vamos a asistir a una honda transformación del concepto de Multimedia Distribuido (que engloba los sectores de telecomunicaciones, informática y ocio/entretenimiento) que pasa de lo que se venía conociendo como A New Telecom World a considerarse como The Interconnected World.
· Cada vez será más acuciante la necesidad de abordar una formación integral de todos y cada uno de los componentes de este nuevo modelo de información, incluyendo audiencias y profesionales, proveedores de servicios y contenidos, así como los implementadores de infraestructuras de comunicaciones o infopistas de la comunicación.
David Parra Valcarce es Profesor del Departamento de Periodismo II de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.