La
CE revela que está investigando el acuerdo entre Telefónica y el gobierno español
"La iniciativa no
prosperará", dice Fomento a LaBrujula.Net
El Vía crucis de los internautas españoles
hacia la tarifa en plana sumó ayer una nueva estación. Un representante de la Comisión
Europea (CE) reveló ayer, durante una reunión de empresas de telecomunicaciones en
Madrid, que Bruselas está investigando la actuación del Gobierno español y Telefónica
respecto a la implantación del ADSL. La compañía ex monopolística fue autorizada, el
26 de marzo, por el Gobierno Aznar a implantar esta tecnología que permite una conexión
a Internet a alta velocidad y que compite abiertamente con el cable, un ámbito en el que
durante 1999 Telefónica no puede por ley prestar servicio.
En el caso de que Comisión Europea determine
que el Gobierno español ha favorecido a Telefónica evitando el libre sentido de la
competencia, la posibilidad de disponer de una tarifa plana (aunque a
precios muy elevados) se alejaría aún más en el tiempo. El Gobierno español, a través
del Ministerio de Fomento, manifestó anoche a LaBrujula.Net a través de una fuente
cualificada que "la iniciativa de la CE no tiene visos de prosperar". "La
normativa que hemos aprobado está abierta a la participación de otras empresas. Y en
cualquier caso, no podemos cerrarnos a la tecnología de futuro", señaló. "A
nosotros ningún organismo de Bruselas nos ha dicho nada. Las declaraciones que se han
hecho son artificiosas", añadió.
BRUSELAS ESTUDIA
ABRIR UN PROCEDIMIENTO DE INFRACCIÓN
Jean-Eric de Cockborne, jefe de unidad de la Dirección General de Telecomunicaciones de
la Comisión Europea, participó en el congreso anual de Autel (Asociación Española de
Usuarios de Telecomunicaciones). "El objetivo de la tarifa plana es bueno, pero hay
que ver si es neutral desde el punto de vista de la competencia", manifestó, al
tiempo que anticipó, según crónica de la agencia Efe,
que se está investigando la intención del Gobierno español de instaurar la tarifa plana
para Internet a través de la red ADSL.
Según dijo Cockborne a Efe, "las
cuestiones que investiga Bruselas se refiere a la obligación del pago de una cuota fija
de abono a Telefónica, el método utilizado para determinar el coste, y las posibilidades
que tienen los proveedores de servicios de Internet para escoger el punto de
interconexión a la red de Telefónica". El alto funcionario aseguró que después de
reunirse con Telefónica y representantes nacionales, se determinará si se procede o no
la apertura de un procedimiento de infracción contra España.
Tal procedimiento equivaldría a investigar la
actuación de un Estado miembro de la Unión Europea, lo cual podría llevar a este país,
en última instancia, ante el tribunal de justicia de la UE en Luxemburgo. En las últimas
semanas, las operadoras que compiten con Telefónica, agrupadas en Astel, han expresado
sus quejas sobre la cuestión, al considerar que los planes del ADSL refuerzan la
posición dominante de
la compañía ex monopolística y restringe el acceso de los clientes a la hora de elegir.
UNA COMPAÑíA
EMPEZÓ AYER A OFRECER ADSL EN CHICAGO
En paralelo, al intento de introducción en España del ADSL (Asymmetric Digital
Subscriber Line, una tecnología que permite conectarse a través del hilo de cobre del
teléfono normal, con un módem específico, a una velocidad de hasta 640 Kbps. de envío
de información y más de 6 Mbps. de recepción), una compañía californiana, Covad
Communications, anunció,
precisamente ayer, que empezaba a ofrecer conexión por ADSL a usuarios residenciales y
pequeñas y medianas empresas del área de Chicago .
Sus precios arrancan a partir de 39 dólares al mes, unas cantidades similares a las que
ofrecen en Estados Unidos otros operadores como Pacific Bell y Bell Atlantic.
Covad, que comunicó que prestaría servicio en 50 ciudades antes de final de año, entra
así en competencia directa con las ofertas que ofrecen las empresas de cable. En Estados
Unidos, la pugna está establecida entre el ADSL y el cable. Según informa nuestro
corresponsal en aquel país, el ADSL se contrata, por regla general, en el centro de las
ciudades y lugares de gran infraestructura, ya que para que exista un buen funcionamiento
el domicilio del usuario ha de estar cerca de la centralita de teléfonos. El cable llega,
en cambio, a zonas alejadas de grandes núcleos de población y zonas rurales; su
principal problema estriba en el hecho de que en la medida que empiezan a concurrir
usuarios, la conexión sufre una notable pérdida de velocidad.
En España, la intención de Telefónica es cobrar al mes al usuario por una línea ADSL a
partir de las 5.000 pesetas (unos 32 dólares), si bien es necesaria la instalación del
equipo, con un coste de 15.000
pesetas (que se abona a la operadora), la compra de un módem especial (que cuesta más de
40.000 pesetas) y el pago de una cuota al ISP por utilizar sus recursos, un concepto que
se situará por encima de las 2.500 pesetas al mes. La operadora dominante se ha
comprometido con el Ministerio de Fomento a llegar con su oferta, antes de final de año,
al 30 % de los usuarios, y al 100 % en el 2001.. En el momento actual, técnicos y
expertos trabajan intensamente de cara a comercializar, cuanto antes, el servicio a los
usuarios. Vencido el mes de abril, Telefónica no ha comentado nada al respecto.
LA CMT TAMBIÉN SE
INTERESA POR EL CASO
Las críticas por parte de los operadores han sido testimoniales, casi inexistentes. Sólo
BT (Britisht Telecom) se pronunció, el lunes 26, tímidamente sobre la cuestión, y en
uno de sus párrafos se atrevió a
apuntar que la implantación de la tecnología "podría implicar posición dominante
de Telefónica". Ésta ha sido la postura más enérgica entre las
"telecos" españolas, que, a pesar de asistir a la irrupción de un
competidor como Telefónica en el negocio del cable dirigido al usuario doméstico, han
guardado silencio. La compañía que preside Juan Villalonga evitó ayer manifestarse al
respecto, mientras los grupos y
colectivos de internautas acogían con cautela el anuncio de Bruselas.
El objetivo de la operadora dominante es implantar, igualmente, el ADSL para hacer llegar
a los domicilios particulares otros servicios de información, como la cadena televisiva
por satélite Vía Digital. De este modo, al monopolio de facto que goza sobre la línea
telefónica convencional en llamadas locales, sumaría el monopolio de la comunicación de
datos, dado que ninguna otra compañía en España puede ofrecer tal servicio.
Las dudas de Bruselas respecto al acuerdo entre el Gobierno español y Telefónica sobre
el ADSL también están presentes en España. La CMT (Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones), árbitro del sector, también ha manifestado, en días anteriores, a
este periódico sus dudas respecto al ADSL, aunque no ha determinado ningún tipo de
actuación al estar pendientes de conocer cómo se llevaría a cabo la aplicación del
contenido de las ordenes ministeriales del 10 de abril, que fijaban la tecnología ADSL en
España.
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